Empresas y finanzas

Desde que comenzó la invasión de Ucrania el 24 de febrero, más de 400 compañías han anunciado su retirada de Rusia. Entre ellas, Coca-Cola, KPMG, Inditex, McDonald's, Netflix y Starbucks. También empresas de servicios financieros como PayPal, MasterCard o Visa han dejado de prestar servicio en el país. Incluso gigantes del petróleo como BP o Exxon han decidido vender sus participaciones en la estatal rusa Rosneft o han cesado las operaciones en el país. Mientras tanto, casi 40 empresas se niegan a abandonar Rusia y Koch Industries es una de ellas.
El conglomerado dirigido por el multimillonario de derechas Charles Koch es la segunda empresa privada más grande de Estados Unidos. En la actualidad, tiene tres filiales de su propiedad operando en Rusia: Guardian Industries, un fabricante de vidrio; Molex, un fabricante de componentes electrónicos; y Koch Engineered Solutions, un proveedor de productos industriales. El negocio de Guardian constituye una pequeña parte de la empresa privada, con unos ingresos estimados de 115.000 millones de dólares el año pasado. En total, Koch emplea a unas 615 personas en el país.
El presidente de Koch, Dave Robertson, asegura que el conglomerado está cumpliendo con las sanciones y regulaciones relativas a Rusia aunque no haya cesado sus operaciones en el país. Según él, retirarse del país pondría en grave peligro a sus empleados. Además, el grupo no está dispuesto a entregar esas instalaciones al gobierno ruso para que se beneficie de ellas.
La postura de Koch ha recibido numerosas críticas por parte de miembros del Partido Demócrata de EEUU. El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, y el presidente de la Comisión de Finanzas, Ron Wyden, tacharon la negativa del conglomerado dirigido por Charles Koch de "vergonzosa", señalando que "antepone sus beneficios a la defensa de la democracia", según un comunicado.
Los hermanos Koch, Charles y el fallecido David, han sido figuras recurrentes en la política estadounidense de las cuatro últimas décadas. Ambos multimillonarios construyeron una influyente red de donantes alineados con sus ideales basados en el libre mercado, impuestos más bajos y reducción del tamaño del gobierno federal. Los más críticos han bautizado esta red como "Kochtopus". En 2004 fundaron la Americans for Prosperity, una de las organizaciones políticas conservadoras más influyentes. Cuenta con más de 700 donantes ricos entre sus filas y tiene delegaciones en 36 estados. Desde los años 70, ambos han donado personalmente al menos 100 millones de dólares para ayudar al ascenso del movimiento Tea Party y reforzar el Partido Republicano, según publicó The New York Times.