
Hace ahora casi un año Jeff Bezos emitía su última carta a sus empleados y accionistas para depedirse como CEO de Amazon, la empresa que fundó en 1997 y que ha convertido en una de las más rentables del mundo, dejando el testigo a Andy Jassy.
Hoy, Bezos está enfocado en su empresa espacial Blue Origin, con el que realizó un primer vuelo el pasado verano, su actividad filantrópica con el fondo de 10.000 millones de dólares que presentó enfocado en combatir el Cambio Climático, y su vida con su novia Lauren Sánchez, según recoge un extenso reportaje de Bloomberg.
En él se cuentan anécdotas como que Bezos escribió una carta de despedida a su pareja antes de iniciar su viaje espacial, cumpliendo con una tradición que suelen llevar a cabo los astronautas.
En otras palabras, se incide en que su tiempo está sorprendentemente poco dedicado al gigante del comercio electrónico y la computación en la nube que abrió hace casi tres décadas. "Voy a dividir mi tiempo entre Blue Origin y el Fondo para la Tierra", dijo en la rueda de prensa posterior a su regreso seguro a la Tierra el día de su primera aventura espacial, omitiendo explícitamente a Amazon, donde sigue siendo presidente ejecutivo. "Habrá una tercera cosa y una cuarta, pero aún no sé cuáles son. No se me da bien hacer solo algunas cosas", dijo.
El cambio físico y mental de Bezos
La transformación personal y profesional de Bezos ha sido muy importante en estos último años, cambiando también físicamente, ganando masa muscular, y pasando de ser un emprendedor enfocado en sacar adelante su empresa y que rara vez hacía comentarios públicos a una persona que exponer su vida en Instagram y otras redes sociales.
El monumental éxito de Bezos también lo elevó a la categoría de icono en el mundo de los negocios e infló su fortuna personal, estimada ahora en 160.000 millones de dólares por el Índice de Multimillonarios de Bloomberg. En los primeros tiempos de Amazon, Bezos enfatizaba valores como la modestia y la frugalidad y los codificaba en los principios de liderazgo de la empresa, que los empleados debían seguir casi religiosamente. Sin embargo, últimamente, ha sido noticia por la construcción de un yate de 500 millones de dólares, que puede requerir el desmantelamiento de un histórico puente holandés para que llegue a mar abierto.
En este tiempo también ha estado rodeado por su divorcio de su ya exmujer MacKenzie Scott. Ella está donando su fortuna de 46.000 millones de dólares tras el divorcio a un ritmo rápido, mientras argumenta en ensayos en su blog que el dinero no lo es todo.
Algunos antiguos colegas creen en opiniones recogidas por Bloomberg creen que se ha distancia de Amazon tras ver cómo su figura pública era criticada. Pero Bezos no se fue completamente dejando solo a Jassy. Últimamente ha hablado públicamente de las perspectivas de Amazon en el enorme mercado de la atención sanitaria y de su nuevo robot doméstico equipado con Alexa, Astro, que la empresa presentó el pasado septiembre y que desde entonces ha desplegado metódicamente a los probadores beta.