
Las empresas están sometidas a una gran presión en lo que se refiere a la puesta en marcha de medidas reales para reducir su impacto medioambiental y hacer frente a la emergencia climática. Uno de los objetivos al que muchas de ellas se han comprometido es el de reducir sus emisiones hasta ser neutras en carbono para 2050. Sin embargo, la realidad es muy distinta. Muchas de estas empresas solo prevén reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% de media, según un nuevo informe.
Elaborado por las organizaciones sin ánimo de lucro NewClimate Institute y Carbon Market Watch, el informe ha evaluado la integridad de los objetivos climáticos de 25 multinacionales. A cada compromiso se le ha otorgado una puntuación basada en función de criterios como la cantidad de compensaciones que tenían previsto utilizar y la fiabilidad de las mismas, los avances en la reducción de emisiones y la transparencia.
Estas 25 empresas representan aproximadamente el 5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y ni una de ellas ha conseguido una calificación de integridad climática alta. El primer puesto de la lista lo ostenta la danesa Maesrk, con un grado de integridad razonable, seguida de Apple, Sony y Vodafone con una integridad moderada.
Mientras, Amazon, Google y Volkswagen han demostrado tener una baja integridad en sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero. Al final de la lista en lo que a integridad climática se refiere se encuentran Unilever, Nestlé y BMW Group.
Para Thomas Day, analista de política climática del NewClimate Institute y autor principal del estudio, estos resultados son una sorpresa y una decepción. El principal objetivo de la investigación era identificar el mayor número posible de buenas prácticas para que otras empresas pudieran seguir ese ejemplo, pero ha puesto de manifiesto la falta de compromiso real de las multinacionales. Según él, esto se debe a que, conforme ha aumentado la presión sobre las grandes compañías, se han incrementado "los titulares carentes de sustancia real, lo que puede llevar a engaño tanto a los consumidores como a los reguladores".
Objetivos reales
Los objetivos climáticos a corto plazo son especialmente preocupantes. Según el informe, estas empresas se han propuesto reducir sus emisiones para 2030 en un 23% de media, una cifra que dista mucho del 50% necesario para los efectos más perjudiciales de la emergencia climática.
El informe también ha descubierto que muchas empresas están recurriendo a la compensación de emisiones, ocultación de información crítica o trucos de contabilidad, para cumplir sus compromisos climáticos.
Solo tres de las 25 multinacionales analizadas se han comprometido claramente a descarbonizar más del 90% de las emisiones de toda su cadena de valor. Estas compañías son Maersk, Vodafone y Deutsche Telekom.
Las multinacionales responden
Algunas de estas compañías se han mostrado en desacuerdo con la calificación obtenida, alegando que los métodos para medir su compromiso climático no comprende su enfoque ni su forma de abordar el problema, además de contener inexactitudes.
Nestlé, por ejemplo, ha asegurado que sus emisiones de dióxido de carbono ya han alcanzado su punto máximo y a partir de ahora se van a reducir. Otra compañía que ha defendido su compromiso con la crisis climática es Amazon. Según ha señalado su portavoz a la CNBC, Amazon se ha propuesto que todas sus operaciones se alimenten con energía 100% renovable para 2025, como parte de su objetivo para ser neutro en carbono en 2040.
Volkswagen se ha mostrado de acuerdo con que las grandes empresas deben rendir cuentas de sus afirmaciones de forma clara y transparente. No obstante, difieren de algunas de sus conclusiones con respecto a la empresa.