
El consejo de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) ha aprobado por unanimidad la compra de los activos móviles de Oi por parte de sus competidores Vivo (propiedad de Telefónica), TIM y Claro. La adquisición incluye el reparto de los clientes, frecuencias, infraestructuras fijas y centros de datos de la antigua Telemar, una empresa acuciada por las deudas y la quiebra desde hace cuatro años.
El consejo de Anatel se reunió la semana pasada para analizar en profundidad el caso, lo que incluía la lectura del dictamen, según informa el diario económico Valor. La votación se realizó el pasado lunes con un resultado favorable a la consolidación, aunque se apuntaron leves correcciones en la redacción de las condiciones, todos ellas aceptados la mayoría del consejo del regulador.
Este visto bueno a la operación representa la salvación de una compañía, que ahora obtendrá unos ingresos de 3.110 millones de dólares, procedentes de la subasta pública realizada en 2020. A la puja acudieron los tres rivales directos de Oi, integrados todos en el mismo grupo, para así evitar riesgos de desequilibrios de competencia en el mercado.
Telefónica ya informó a la bolsa de Brasil que este reparto y posterior integración de Oi aportará beneficios a los accionistas a través de la generación de ingresos y eficiencias por sinergias operativas. Asimismo, la misma operación La misma operación también tendrá un impacto positivo para el sector en su conjunto, ya que refuerza su capacidad para realizar inversiones y desarrollar innovaciones tecnológicas "de manera sostenible", contribuyendo a la digitalización del país. En el caso del grupo español, Telefónica desembolsará 5.500 millones de reales brasileños (920 millones de euros al cambio), correspondiente al 33% del precio base de los activos de Oi.
Los expertos del Santander señalaron a finales del año pasado que la compra parcial de Oi generará 0,08 euros por acción de creación de valor a partir de las sinergias.