
La oleada de quiebras en el sector de la moda infantil no parece tener fin. Aunque el covid ha golpeado duramente a todo el sector textil, los problemas se han multiplicado en este área concreta. Las empresas, mucho más atomizadas y pequeñas, no han sido capaces de soportar un problema tras otro, primero la llegada del covid y luego la llegada de la crisis de suministros. El sector ya venía de caídas continuas antes de 2020 por la caída en picado de la natalidad, un problema que la pandemia ha acentuado.
Debido a ello, muchas de estas firmas han decidido declararse en bancarrota, este es el caso de Bonnet á Pompon, tras acumular 8 millones de euros en pérdidas anunció hace escasos días que empezaba a iniciar un ERE que desemboque en un cierre ordenado de la empresa. "El socio único, dadas las pérdidas acumuladas de más de ocho millones al cierre del ejercicio 2020, que siguen aumentando en 2021 y se prevé que continúen varios ejercicios más, no puede comprometerse a continuar apoyando el negocio hasta la consecución de resultados positivos en el largo plazo", afirmó la empresa es un comunicado.
Bonnet no ha sido la única, otras firmas reconocidas en el sector como Kidiliz entró en suspensión de pagos este 2021. También ha sido el caso de Sergen Major, a concurso de acreedores en febrero de ese año. Firmas españolas como Pili Carrera o Normandie también han hecho lo propio. En 2020 Trasluz también echó el cierre y Tuc Tuc fue comprada por Nath para evitar este mismo destino. A nivel internacional destaca el caso de Gymboree que ha acabado en quiebra tras alcanzar una deuda de 800 millones de dólares.
Para las que han sobrevivido el golpe también se ha dejado notar. El gigante malagueño, Mayoral, cerró 2020 con una facturación de 290 millones de euros, un 20% inferior, a pesar de que lograron muy buenas cifras en su canal online. Por el camino, la empresa ha sado el salto a la moda para adultos con el fin de diversificar su oferta.
Desde la Asociación Española de Productos para la Infancia (Asepri) defienden que la espiral de quiebras en la que se ha visto atrapado el sector responde a una "importante atomización del sector". En el que lo normal, son medianas o pequeñas empresas que no han tenido músculo financiero para aguantar el revés de estos dos años tan complicados. "Lleva años habiendo un exceso de oferta, muchas empresas con una competencia muy exagerada" defiende la asociación.
En España solo nacieron 341.215 niños, un 5,35% menos que el año anterior
"La moda infantil ha vivido la pandemia en el peor momento posible. La demanda se ha reducido de golpe y la natalidad se ha reducido de golpe, cada vez hay menos clientes" defiende el presidente de la patronal, Álvaro Toubes . En España solo nacieron en 2020 341.215 niños según destaca el INE, se trata de uno de los mayores retrocesos registrados con una caída en un solo año del 5,35%. El sector, venía acostumbrado a las caídas desde 2008, cuando nacieron cerca de 519.000 niños. Desde entonces todos los años se han saldado con importantes descensos.
Otro de los problemas ha sido la internacionalización. Según datos del ICEX, el sector, que factura en total 1.200 millones de euros, recibe el 54% de sus ventas de exportaciones a otros países. "La crisis de 2008 fue el detonante que provocó que un buen número de pymes extendieran sus miras más allá de nuestras fronteras" afirma el ICEX. "La madurez de la población europea ha provocado que estas compañías busquen nuevos mercados en los países emergentes".
Desde Asepri confirman que esta dependencia del exterior les ha lastrado especialmente con la crisis de suministros. "El sector está fuertemente internacionalizado" explica Toubes,. "China y Asia eran grandes productores por lo que su cierre ha disparado los costes. Las materias primas y la energía se han disparado, lo que ha generado muchos problemas".
"Nos enfrentemos a un goteo de quiebras mientras el sector se adecua a una nueva realidad que marca la demografía"
Todas estas situaciones han provocado una situación anómala: las quiebras se multiplican pero no pierden tanto dinero con lo hace el sector de la moda en su conjunto. "Las firmas más punteras ya cuentan con cifras nivel prepandemia y creemos que en 2022 incluso se puede crecer", defiende la patronal. Sin embargo, añaden que "está siendo un crecimiento desigual, es posible que un menor número de firmas tengas más negocio".
Esto explicaría que "nos enfrentemos a un goteo de quiebras mientras el sector se adecua a una nueva realidad que marca la demografía". Por ello, defiende que " es probable que este proceso de cierres sea algo puntual mientras nos adecuamos a un nuevo nivel de demanda". Sin embargo, no descartan que sigan sucediéndose anuncios de cierres o EREs.