
La transición energética es un reto a todos los niveles. Uno de ellos es el suministro de metales magnéticos procedentes de materias raras, esenciales en la producción de vehículos eléctricos y las energías renovables. En la actualidad, el abastecimiento de los países occidentales depende por completo de China, el principal exportador de estos elementos. Una empresa británica se ha propuesto romper está dependencia mediante la construcción de una planta con capacidad para satisfacer el 5% de la demanda mundial de tierras raras.
Fundada en 2006, Pensana es el único productor de metales magnéticos de Europa y uno de los tres más importantes fuera de China. Cotiza en la bolsa de Londres desde 2020 y acaba de recaudar 10 millones de libras en una colocación de acciones en la que M&G, uno de los mayores gestores de fondos de Reino Unido, se hizo con una participación del 5%.
Las obras de la planta de procesamiento de minerales de tierras raras, ubicada en Yorkshire, empezarán en verano y Pensana espera que esté en marcha en 2023. Con una inversión de 125 millones de libras, el objetivo de la compañía británica es que la planta se convierta en uno de los mayores centros de procesamiento de los 17 minerales que componen las tierras raras.
Una vez puesta en marcha, la planta refinará minerales de tierras raras, neodimio y praseodimio, utilizados en la producción de los imanes que componen las turbinas eólicas. Por el momento, Pensana pretende producir cerca de 4.500 toneladas de óxidos metálicos al año, aunque el plan es alcanzar las 12.500 toneladas.
China, el actor dominante de las tierras raras
La Administración Biden acaba de presentar en el Senado de Estados Unidos un nuevo proyecto de ley con el que pretende obligar a los contratistas de defensa a dejar de utilizar minerales de tierras raras procedentes de China para 2026. Se trata de un movimiento más de Washington destinado a romper su dependencia con el gigante asiático, como el de financiar el desarrollo de una nueva instalación de procesamiento en Texas.
El dominio de China sobre la exportación de metales procedentes de tierras raras se remonta a la década de los 80. Desde entonces, Pekín se ha esforzado por reorganizar la industria en un menor número de empresas estatales, a menudo coincidiendo con la debilidad de los precios de las tierras raras, en un intento por consolidar la minería, la producción, el comercio y la exportación de estos metales.
A finales de 2021, China anunció la creación de una de las mayores empresas estatales de tierras raras del mundo. Denominada China Rare Earth Group y situada al sur de China, la nueva compañía es el resultado de la fusión de varias empresas estatales, entre ellas China Minmetals y Aluminum Corporation of China. Aún se desconoce si China Rare Earth Group tendrá carácter nacional o el plan de Pekín es que traspase fronteras. Lo que sí es seguro es que, con ella, el gobierno de China busca blindar su poder de fijación de precios y, ya de paso, evitar luchas internas entre las sociedades chinas.