
La tecnología al rescate del medio ambiente. AirSeed Technology, una startup australiana, se ha propuesto combatir la deforestación con una flota de drones autónomos capaces de disparar más de 40.000 vainas de semillas al día. A día de hoy, la empresa ha plantado más de 50.000 árboles y su objetivo es alcanzar los 100 millones para 2024.
Cada dron cuenta con un depósito lleno de vainas de semillas especialmente diseñadas que pueden dispararse al suelo desde el cielo. Las vainas se elaboran a partir de biomasa procedente de desechos, lo que proporciona un revestimiento rico en carbono que protege las semillas de aves, insectos y roedores. Una vez depositadas, las vainas contribuyen a la germinación de las semillas aportando nutrientes y probióticos. Las semillas se corresponden con el ecosistema que se quiere reforestar.
Pese a que los drones, equipados con un sistema de inteligencia artificial, son autónomos, su recorrido está prefijado. Esto permite a AirSeed registrar las coordenadas de cada semilla y realizar un seguimiento del desarrollo de los nuevos árboles plantados.
Con esta tecnología, AirSeed planta entre 2 y 3 semillas por segundo. Comparada con los métodos tradicionales de reforestación, "es 25 veces más rápido y, además, un 80% más barato", asegura Andrew Walker, director general y cofundador de AirSeed en un video en su página web.
Los últimos siete años han sido los más calurosos del mundo desde que se tiene constancia, según los datos de la agencia climática europea Copernicus. Tanto el dióxido de carbono en la atmósfera como el metano han alcanzado nuevos niveles récord, lo que significa que se está atrapando más calor que nunca. Además, el primer análisis de la temperatura global en 2021 muestra que está 1,2ºC por encima de los niveles preindustriales.
La reforestación y el cede de la deforestación son cruciales para hacer frente a la crisis climática. En los últimos 13 años, la deforestación ha arrasado más de 43 millones de hectáreas de bosque en todo el mundo, una superficie equivalente al tamaño del estado de California, según el último informe de WWF. Este fenómeno, causado sobre todo por la agricultura comercial, es uno de los principales responsables del calentamiento global. La plantación de nuevos árboles reduce el volumen de CO2 que llega a la atmósfera, lo que contribuye a regular la temperatura del planeta.