Las entidades agrupadas en la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) mantenían al cierre del pasado ejercicio 3.446 sucursales de las 10.021 que integran su red en el país en zonas rurales o lo que es lo mismo: una de cada tres oficinas atendía a clientes en los territorios menos poblados.
Son algunos de los datos recogidos en el 'Informe de impacto' correspondiente al 2020 elaborado por KMPG y publicado hoy por CECA, y donde se precisa que, de forma adicional, surtían servicio a 598 localidades a través de 23 oficinas móviles. Si el ámbito de análisis se amplía a desde las localidades más pequeñas a las poblaciones con menos de 10.000 habitantes, sus entidades localizan ahí el 52% de todas sus oficinas.
Durante la presentación del estudio, la socia de Sostenibilidad y Buen Gobierno de KPMG, Jerusalem Hernández, subrayó además que el sector contribuyó con 233.905 millones de euros a la economía, cifra que supone un aumento interanual del 32% y representa un 19% del PIB nacional o casi 3,1 veces el correspondiente al País Vasco.
Dicha cuantía recoge tanto el impacto directo, como el indirecto e inducido de las entidades por su actividad como empresa, por la financiación que proveen a empresas y familias y por su apoyo al entorno, con proyectos y presupuestos como los de la Obra Social.
Son cifras agregadas de CaixaBank, Kutxabank, CajaSur Banco, Abanca, Unicaja Banco, Ibercaja Banco, Caixa Ontiyent, Colonya Pollença y CecaBank. Solo por ser empresas contribuyeron en conjunto con 21.398 millones, el 46,5% del PIB aportado por el sector financiero, y aportaron otros 212.507 millones a través de financiación a clientes.
La socia de KPMG subrayó su "efecto tractor", ya que por cada euro de actividad corporativa producida generaron 1,89 euros para la economía, además de contribuir a sostener a 59.110 empresas con su actividad corporativa. De los casi 21.400 millones generados por ser empresa, 7.642 millones fueron a sueldos y salarios, 7.209 a compras a proveedores y 6.547 millones es excedente bruto de explotación.
En lo que respecta a la financiación, su montante creció un 36,2% en el año y ayudó a dinamizar de forma directa e indirecta a 845.838 empresas. Según el estudio de KPMG, solo los 55.207 millones concedidos a pymes y autónomos equivale a crear 213.146 empresas.
En crédito con hogares, el estudio también destaca un impacto social relevante. Las entidades aglutinadas en CECA han aportado el 74% del total de las viviendas gestionadas por el Fondo Social de Viviendas, y renegociado 24.914 millones de euros en préstamos para vivienda gracias a las moratorias en 500.000 operaciones. Además, invirtieron 772 millones en proyectos de Obra Social, en favor de 24,7 beneficiarios y con destino en el 70% de los casos en actividades para luchar contra la pandemia.
Contexto desafiante
Durante la presentación del informe, el director del Área Financiera y de Digitalización de Funcas, Santiago Carbó, expuso que el contexto económico continúa siendo desafiante por factores como la evolución de la pandemia, los cuellos de botella en los mercados internacionales y el encarecimiento de la energía, que "restan vigor a la recuperación global a la vez que intensifican las presiones inflacionistas".
Compartió su preocupación por que la subida de tipos en Estados Unidos provoque "que nos desacoplemos" en Europa y seamos "menos atractivos para atraer la inversión". En su opinión, "tarde o temprano el BCE tendrá que plantearse cómo dejar de estar desacoplado" y eso redundará en un mejor escenario para la banca, ya que "el contexto de tipos negativos no facilita el funcionamiento de los márgenes tradicionales financieros".
Carbó abogó por que se cuente con la banca además para encarar la desafiante gestión de los futuros fondos europeos y maximizar su utilización, ya que se trata de una oportunidad histórica que no estará en dos o tres años y debe aprovecharse para realizar las inversiones y reformas que necesita el país.