
José Luis Aguirre deja la presidencia no ejecutiva de Ibercaja por motivos de edad y asumirá su cargo el actual secretario general y director de Control de Riesgos, Francisco Serrano Gil de Albornoz, cuando reciba la correspondiente valoración positiva de idoneidad por parte del Banco Central Europeo (BCE) y la junta de accionistas aprueben el nombramiento.
El relevo ha sido puesto en marcha a petición del propio Aguirre, quien había comunicado en fechas pasadas su intención de presentar la renuncia cuando se formulen las cuentas del 2021, lo que se prevé hacia finales de febrero del 2022.
El veterano banquero deja la posición al cumplir los 75 años y tras una etapa al frente del consejo de administración donde Ibercaja se ha consolidado como uno de los principales grupos financieros del país y enfila su salida a bolsa.
Para resolver su relevo y siguiendo las recomendaciones de buen gobierno y mejores prácticas sectoriales, el banco puso en marcha el proceso a través de su Comisión de Nombramientos, que ha contado con el apoyo de la firma especialista Spencer Stuart.
Y la designación de Serrano Gil ha sido aprobada este viernes en su consejo de administración "por unanimidad" a propuesta de dicha Comisión. Aguirre continuará en su cargo, no obstante, hasta que el nombramiento de su sucesor reciba la preceptiva luz verde del BCE y de la junta de accionistas.
En la entidad explicaron que el consejo ha adoptado la decisión teniendo en cuenta "la sólida formación jurídica, dilatada experiencia en puestos de alta dirección y profundo conocimiento de la gestión y control de los riesgos bancarios y de la cultura de Ibercaja" que atesora Serrano.
Dicha experiencia y trayectoria le permitirá, según la entidad, "continuar con el sólido y exitoso modelo de gobernanza de Ibercaja, basado en una clara y armoniosa diferenciación de funciones entre la presidencia no ejecutiva y el consejero delegado, que sigue siendo el máximo ejecutivo", Víctor Iglesias.
En la entidad desvincularon el proceso con la próxima salida a bolsa de Ibercaja, casi en capilla de iniciar el 'roadshow' formal con inversores y analistas de cara a cotizar y después de semanas de contactos más informales.
El relevo no cambia, de hecho, el modelo de gobernanza ni afecta al proceso ya que el cargo de Aguirre es de presidente no ejecutivo, con una responsabilidad de coordinación de los órganos de gobierno y con carácter más institucional.
El peso del proceso lo está llevando el consejero delegado y encargado de liderar la estrategia y gestión del grupo bancario. El propio Iglesias avanzó recientemente la intención de que el salto al parqué tenga lugar en la primera parte del ejercicio 2022.
Si no se produce una nueva prórroga, el banco aragonés tendrá que estar cotizando en bolsa a finales del 2022 para cumplir con la normativa de las antiguas cajas de ahorros y que la Fundación Ibercaja pase del 87% a menos del 50% del capital.
En este esprint final, Ibercaja ha podido compartir mejoras en sus objetivos estratégicos con analistas e inversores. En concreto, ha subido el objetivo de rentabilidad sobre recursos propios (RoTE) que quiere alcanzar en un plazo de tres años desde el 7% estimado en abril al 9%, en parte porque prevé reducir la cartera de activos improductivos al 4% frente al 5% proyectado entonces.
Mantiene la previsión de su hoja de ruta de distribuir un 50% del beneficio y conservar a medio plazo un ratio de capital de máxima calidad CET1 fully loaded por encima del 12,5%, con especial foco en segmentos de negocio generadores de mayor margen e ingresos como son las empresas, la banca personal y la actividad de seguros.