
El primer damnificado por las pérdidas de 838 millones de euros que presentó Ferrovial en 2008 ha sido su presidente y máximo accionista, Rafael del Pino. Además de haber sufrido un duro año profesional de travesía por el desierto, desde el punto de vista personal, ha visto menguar seriamente su fortuna por la caída bursátil, ha sufrido la merma de su retribución como consejero.
Además, ha padecido la amenaza de perder el multimillonario dividendo que supone para su familia controlar el 58,3% del grupo de infraestructuras.
Con esta rápida radiografía, resulta fácil comprender por qué Ferrovial ha decidido modificar la política de retribuciones, tanto de la cúpula como del accionista. Unos cambios que figuran dentro del orden del día de la Junta General, que celebrará la compañía el próximo 30 de abril, y cuyo primer fruto se recogerá en el dividendo que repartirá el grupo el próximo 20 de mayo.
Ganar aunque se pierda
Aunque, tradicionalmente, las compañías ligan el dividendo al beneficio neto, determinando que un porcentaje de las ganancias (conocido en la jerga del sector como pay out) se reparta entre todos los accionistas, Ferrovial ha decidido cambiar de filosofía y fijar el dividendo en función del beneficio bruto operativo (EBITDA) y del flujo de caja.
Un razonamiento que ha permitido al grupo de infraestructuras incrementar la retribución al accionista a pesar de haber tenido pérdidas. La caja de donde sacará la compañía el dinero que necesita para pagar a sus accionistas serán las reservas que, anualmente, ha ido alimentando con una parte de los beneficios pasados.
Los números rojos sufridos en 2008 también han hecho que ningún consejero haya percibido ni un sólo euro por estar sentado en el máximo órgano de administración. Algo que no volverá a repetirse.
1,5 millones a repartir
Hasta ahora, la retribución del consejo se fijaba a partir de un porcentaje sobre las ganancias, aunque éste nunca podía superar el 3% del beneficio anual. El problema es que si no hay beneficio tampoco hay dinero para los administradores.
Un peligro que Ferrovial <:FER.MC:> ha eliminado estableciendo un sueldo fijo de 1,5 millones que se repartirán los once consejeros del grupo, lo que supone 136.363 euros por administrador. Esta cifra se actualizará cada año en función del IPC y, si el número de consejeros aumenta o mengua, se ajustará proporcionalmente.
Pero la mengua sufrida por los bolsillos de la cúpula del grupo habría sido mucho mayor si Ferrovial no hubiera concedido una prórroga de dos años a los planes de opciones sobre acciones que aprobó en 2005 y 2006 y éstos hubieran tenido que ejecutarse ahora sin ningún beneficio, debido al desplome bursátil del grupo. Ahora, al menos, confían en poderlos cobrar dentro de dos años.