
Bautizado como el nuevo Forth Bridge, este puente, crucial para las comunicaciones terrestres de Escocia, ha despertado el interés de Ferrovial y Sacyr, que la semana pasada acudieron a la jornada informativa convocada por las autoridades escocesas para incentivar la puja por esta infraestructura, la mayor en la historia de la tierra de William Wallace.
Los 2.000 millones de libras (2.100 millones de euros) en que está valorado ayudan a hacerse una idea de la importancia de este proyecto, que incluye construcción y concesión, y del interés demostrado por todos los gigantes europeos.
Además de estas dos compañías españolas, que han reconocido a elEconomista su firme intención de participar en este concurso, también han llamado a la puerta del Departamento de Transportes de Escocia (Transport Scotland) los alemanes Hochtief (cuyo primer accionista es la española ACS (ACS.MC)) y Bilfinger Berger, los franceses Bouygues y Vinci, y firmas británicas como Carillion, Balfour Beatty y Laing O'Rourke, entre otros.
Mucho más que un puente
Estos acercamientos podrían definirse como el calentamiento previo al arranque del partido, cuyo pitido inicial se dará el próximo invierno, con el objetivo de elegir al ganador de la obra a principios de 2010. A partir de ese momento, el elegido contará con un plazo de un año para preparar bien el terreno y empezar a mover tierras en 2011, finalizando los trabajos de construcción cinco años más tarde, cuando las autoridades escocesas aspiran poder abrir al tráfico esta arteria de transporte. Sólo las obras de construcción podrían exigir una inversión de entre 500 millones y 600 millones de libras (534 millones y 640 millones de euros).
Pero el nuevo Forth Bridge es mucho más que un puente, ya que se trata de un corredor de transporte para coches, camiones y, en el futuro, tranvías. Además, conectará las carreteras que circulan actualmente a sendos lados del fiordo de Forth, que se encuentra a apenas 15 kilómetros de Edimburgo, y que resultan cruciales para comunicar el noreste y el sureste del país.
De hecho, un tercio del presupuesto irá destinado a enlazar estas carreteras con el nuevo puente, el tercero que se levanta para atravesar las aguas del fiordo de Forth, ya que actualmente existe uno para transporte rodado y otro ferroviario. El primero es atravesado diariamente por una media de 70.000 vehículos (cifra que no alcanza ninguna autopista española) y, cuando sea relevado por el nuevo, se destinará en exclusiva a transporte público, peatones y ciclistas.
El tráfico de vehículos y camiones se redirigirá al nuevo, que tendrá una longitud de 2,7 kilómetros y contará con dos carriles en cada dirección. Además, está diseñado especialmente para soportar los embistes del viento.
Mercado estratégico
Poco a poco, las constructoras españolas van asentando sus cimientos en Reino Unido, un mercado donde el grupo de infraestructuras más implantado es Ferrovial <:FER.MC:>, sobre todo, desde que adquirió el operador aeroportuario BAA. Ahora le ha llegado la gran oportunidad a la filial constructora, Ferrovial Agromán <:FER.MC:>, que además de interesarse por proyectos tan emblemáticos como Forth Bridge, también se ha calificado para participar en las obras de remodelación de Heathrow.
Sacyr (SYV.MC), a través de su filial portuguesa Somague, está precalificada en el proyecto de renovación de la línea férrea entre Edimburgo y Glasgow, las principales ciudades de Escocia, presupuestado en cien millones de euros.
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