La naviera más grande del mundo, la danesa Maersk, ha presentado unos resultados espectaculares gracias a la escalada de precios en el alquiler de sus contenedores provocados por los cuellos de botella que está sufriendo el comercio mundial. La compañía ha registrado su mejor trimestre en beneficio desde 2014 y el más rentable de su historia. El dueño de los océanos no vislumbra el final del colapso en los puertos y teme que empeore mientras muchas empresas intentan aumentar sus inventarios a toda costa.
El dueño de las rutas marítimas del comercio mundial no está teniendo ni un día de respiro mientras lidia con la mayor crisis de transporte vivida en las últimas décadas, provocado por el colapso en los puertos y los problemas de suministro, que experimentan todas las industrias.
Los resultados que ha presentado la compañía danesa dejan varios datos para calibrar la tensión que viven las cadenas globales de suministro, en general, y las rutas marítimas en particular. En el tercer trimestre, solo un 0,6% de cargueros del total de la flota mundial se mantuvieron inactivos, un dato inédito. Y el precio de los fletes, medido por el China Composite Freight Index (CCFI), que tiene en cuenta las tarifas desde los puertos chinos, aumentó un 229% en el tercer trimestre en comparación con el año pasado por la alta demanda.
La naviera más grande del mundo por número de contenedores ha puesto encima de la mesa la incapacidad de la industria marítima para gestionar el aumento de volumen de carga que se ha desatado tras la pandemia.
En su informe trimestral, destaca que el número de contenedores en circulación apenas ha crecido un 7%, mientras ha tenido que enfrentarse a la poca disponibilidad de los mismos, largos tiempos de espera para entrar en los puertos y cuellos de botella en el transporte de mercancía por tierra.
Los puertos no están funcionando tan bien como deberían, por lo que no podemos descargar contenedores tan rápido como quisiéramos
"Los puertos no están funcionando tan bien como deberían, por lo que no podemos descargar contenedores tan rápido como quisiéramos. Es difícil ver exactamente cuándo mejorará la situación. Nuestros clientes están lidiando con una demanda de clientes muy alta y, además, tienen un inventario muy bajo", ha explicado el consejero delegado de Maersk, Soren Skou.
El resultado de este caos ha sido un aumento de precios en los fletes para sus clientes. Las tarifas de la naviera han pasado de 1.909 dólares por un contenedor estándar a 3.561 dólares. Lo peor es que la compañía no observa un fin para la actual crisis. La situación es cada vez peor en los puertos de Los Ángeles y Long Beach en EEUU, ha apuntado el directivo. La demanda se va acumulando en las infraestructuras mientras fabricantes y minoristas aumentan los pedidos para luchar con la falta de existencias.
La naviera supone el testimonio de primera mano de la crisis de suministro y su evolución. Cada vez más sectores están cayendo en una espiral de aumento del coste en el transporte, subida de precios de proveedores y falta de existencias en productos claves. La fuerte recuperación de las economías occidentales ha disparado de golpe la demanda del comercio mundial. Los parones de los puertos asiáticos por brotes de covid y la subida del precio de materias primas está complicando la situación.
Las tarifas de la naviera han pasado de 1.909 dólares a 3.561 dólares por un contenedor estándar
"Lo que realmente necesitamos en Long Beach son más estibadores y, lo más importante, más camioneros", denuncia el ejecutivo la falta de mano de obra. Fuera del puerto las embarcaciones para descargar han pasado de 60 a 80 en apenas de un mes. Skou, calcula en declaraciones a Bloomberg, que actualmente tiene 300 barcos en espera de atracar. "El problema no es realmente la falta de capacidad de los barcos es que la capacidad del barco se está agotando al esperar fuera de los puertos", ha explicado.
La complicada situación de los puertos contrasta con los resultados presentados por la compañía. Maersk multiplicó por cinco las ganancias operativas hasta los 5.900 millones de dólares, el mejor resultado desde 2014, y registró unas cifras récord en sus 117 años de historia en ingresos (16.600 millones de dólares, un 67% más) y Ebitda (6.900 millones, un 200% más).