Empresas y finanzas

JPMorgan, HSBC y Bank of America invierten casi 120.000 millones en empresas vinculadas con la deforestación

  • Acuerdo de París coincide con el año de mayor actividad de negocio por valor
  • Las políticas de "no deforestación" de las entidades son muy limitas
Imágenes de la deforestación del Amazonas. Foto: Reuters.

En diciembre de 2015, momento en el casi 200 gobiernos se comprometieron a adoptar los compromisos del Acuerdo de París, parecía que, por fin, se había llegado a un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático. No obstante, los resultados de la reciente investigación de Global Witness suponen un baño de realidad: durante el periodo transcurrido desde la firma del acuerdo, JPMorgan, HSBC y Bank of America, entre otros bancos con políticas de "no deforestación", han destinado aproximadamente 120.000 millones de dólares a la financiación de 20 grandes empresas agrícolas vinculadas a este proceso de destrucción de masa forestal.

La deforestación en las cadenas de suministros es una de las principales causas de la crisis climática. Pese a ello, gobiernos, grandes empresas y entidades a nivel mundial, han relegado esta cuestión a un segundo plano, priorizando otras medidas como la reducción de las emisiones de carbono de las empresas.

La investigación ha recopilado datos de más de 5.000 operaciones. Según publica Financial Times, JPMorgan financió a través de sus líneas de crédito renovables casi 730 millones de dólares las actividades de Olam International, uno de los mayores proveedores de ingredientes alimentarios del mundo. Asimismo, el banco suscribió tres bonos entre 2018 y 2019 para Cargill, acusado de comprar soja cultivada en zonas deforestadas.

Por su parte, el banco chino ICBC financió a ocho de esas 20 empresas, incluida Cofco International. La compañía obtuvo alrededor de 1.100 millones de dólares en préstamos pese a su vinculación con unos proveedores que deforestaron entre 2019 y 2020 más de 20.000 hectáreas de bosque brasileño, cuestión que la propia Cofco ha desmentido.

Barclays y Santander suscribieron cada uno tres bonos entre 2018 y 2019 para JBS, el productor de carne que ha captado la atención mediática por su responsabilidad en la destrucción de la selva amazónica. Mientras JBS aseguró que ya no trabajaba con proveedores que incumplen su política de "tolerancia cero" para la deforestación, el banco Santander ha reiterado su compromiso con la protección de esta zona esencial para el futuro del planeta.

El año que entró en vigor el Acuerdo de París se registró la mayor actividad de negocio por valor, según la investigación de Global Witness. Concretamente, las emisiones de bonos representaron la mayor fuente de financiación, seguidas de las líneas de crédito renovable y los préstamos corporativos.

Políticas muy limitadas

Las políticas de "no deforestación" de muchos bancos y gestoras de activos suelen describir este proceso como la destrucción de la masa forestal de determinados bosques, no de cualquiera. Una limitación que también se aplica a su implantación y control, con clientes que sostienen que informar sobre el comportamiento de cada proveedor está fuera de su alcance.

Algo similar ocurre con las normativas propuestas por los legisladores de la Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos. El problema es que dichas leyes no podrían extenderse a los requisitos adicionales de diligencia de los clientes de las instituciones financieras.

Estas revelaciones se producen a pocas semanas de que tenga lugar el acontecimiento climático del año: la cumbre climática de Naciones Unidas (COP26) en Glasgow. Durante la reunión, la deforestación será uno de los temas de debate entre los negociadores mundiales.

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