La patronal de la sanidad privada, Aspe, asegura que la remuneración que ofrece el Gobierno para el nuevo concierto de mutualismo (Muface, Mugeju e Isfas) hace insostenible el sistema. Según el sector, Moncloa ha ofrecido un incremento de las tarifas del 8% en 2022 y hasta un 10% en los dos años siguientes. Sin embargo, el presidente de la patronal, Carlos Rus, dice que debería alcanzar un 15%. "Ese porcentaje es el objetivo final, podría llegar a ser un 10% para 2022, un 12,5% el año siguiente y luego el 15%. Pero en ningún caso el incremento puede ser menor del 11% de media", explicó a este periódico.
Entre las explicaciones que ofrece el dirigente se encuentra la subida del IPC, que calcula que será sobre el 4%. Además, recuerda que la diferencias entre tarifas cuando acude un funcionario o un asegurado privado es del 15%. "Además quieren que también esté incluido el Covid y nosotros decimos que este servicio debería ser considerado aparte por su excepcionalidad", añade Rus. Con todo, el dirigente también reconoce que la oferta del Gobierno es "considerable respecto a otros años", lo que no la convierte en suficiente a su juicio.
La patronal avisa de que si no se lleva a cabo una mejora de la oferta, las consecuencias serán la merma del servicio que hoy se presta. "En esta situación, y sin cerrarse un concierto sanitario en condiciones, la sanidad privada teme que se produzca una concentración de servicios y prestaciones en el sector para poder tratar de contener el déficit de la cuenta, lo que podría perjudicar tanto a mutualistas como a hospitales", dicen.
Desde Aspe creen que el Gobierno tiene mucho margen para mejorar la oferta. Para ello, hacen uso de unos datos ofrecidos por la otra patronal del sector: la fundación IDIS. "El mutualismo ahorra al sistema público entre 720 y 800 millones de euros al año. Estas cifras se derivan del ahorro que se genera por cada mutualista", añaden.
