
Takemitsu Takizaki, de 76 años, se ha convertido esta semana en la persona más rica de todo Japón. Este empresario es ahora el presidente honorario y controla el 21% de la compañía Keyence, que desarrolla, produce y vende sensores, lectores de códigos de barras, marcadores láser, impresoras de inyección de tinta y microscopios digitales, entre otros productos, que se utilizan en la automatización de las líneas de montaje de las fábricas. Fundó la compañía en 1974 y su objetivo no ha sido comercializar productos que el mercado exige, sino crear cosas que el consumidor aún no sabe que quiere.
Keyence parece el negocio más aburrido del mundo. Sin embargo, esta compañía de Osaka es un monstruo empresarial que lleva aumentado sus ganancias año tras año y que, además, se ha visto beneficiada durante la pandemia. La necesidad de evitar el contacto por el coronavirus impulsó un auge del mercado de la robótica. Tanto que, según una estimación del Ministerio de Industria de Japón, este negocio pasará de crecer alrededor de 9.000 millones de dólares en 2010 a 90.000 millones de dólares en 2035.
Uno de los grandes secretos de Keyence es, en parte, porque subcontrata la producción: envía materias primas a los proveedores de componentes, luego recoge esos componentes y los envía a los ensambladores antes de realizar las inspecciones finales, cuenta The Financial Times. Al dividir la cadena de producción, la empresa reduce el riesgo de que sus proveedores aprendan de sus operaciones y eventualmente se conviertan en competidores.
Con una fortuna estimada de 38.200 millones de dólares, el de Takizaki es uno de los mejores ejemplos de meritocracia en Japón, en referencia al modelo salarial que implanta a sus empleados. Tal es así que en Keyence, el empleado medio tiene 36 años y está ganando un sueldo anual de 170.000 dólares, siendo éstos los salarios mejor pagados del país. En este sentido, la compañía cuenta con una gran reputación, con bonificaciones mensuales basadas en sus ganancias.
Para colmo, buena parte de la fortuna de Takizaki se ha visto aumentada después de que las acciones de Keyence casi se duplicaron, un 96%, desde el comienzo de 2020 hasta el pasado lunes, lo que le otorga a la compañía un valor de mercado de aproximadamente 167.000 millones de dólares, siendo la segunda firma actual más grande de Japón tras Toyota, según informa Bloomberg. Las acciones de Keyence subieron la semana pasada después de ser anunciada como uno de los tres valores que Nikkei añadirá al índice de referencia Nikkei 225 el 1 de octubre, junto con Nintendo y el fabricante de componentes electrónicos Murata.
Los más ricos de Japón
Takemitsu Takizaki ha pasado de contar con una fortuna de 7.600 millones de dólares en 2015 a 38.200 millones de dólares en 2021, aumentando este año en 5.900 millones de dólares su patrimonio y convirtiéndose en la persona más rica de Japón y novena de toda Asia. En segundo lugar se encuentra Tadashi Yanai, presidente de Fast Retailing, dueño de la popular marca de ropa Uniqlo, con un patrimonio de 35.000 millones de dólares. El fundador de SoftBank, Masayoshi Son, es la tercera persona más rica del país nipón con un patrimonio de 26.900 millones de dólares.
"Es probable que este posicionamiento se mantenga por un tiempo", dijo Mitsushige Akino, un alto ejecutivo de Ichiyoshi Asset Management Co. en Tokio sobre la clasificación actual de la riqueza en el país. En este sentido, el analista de Bloomberg Intelligence, Takeshi Kitaura, indicó que se mantiene optimista sobre las perspectivas de la empresa, señalando que más del 40% de los ingresos de la compañía todavía provienen de Japón. "Keyence tiene un gran potencial para crecer en el extranjero", aseguró.