
La pandemia ha cambiado la forma en la que disfrutamos de las vacaciones. El ocio está limitado y la gente joven busca otro tipo de alternativas para disfrutar de sus días libres con sus amigos, familia o pareja. Cualquiera que vea los stories de su Instagram se habrá percatado de que, entre la gente que sigue, han aumentado las personas que han pasado esta temporada estival navegando por las aguas del Mediterráneo en un barco de recreo ¿Por qué han proliferado este tipo de actividades?
En elEconomista nos hemos puesto en contacto con empresas de economía colaborativa de alquiler de barcos de recreo y nos han explicado el porqué de este aumento exponencial: "La gente está buscando nuevas formas de alejarse de todo mientras se quedan cerca de casa" (por los que viven en la costa). Así nos lo cuentan desde el portal de alquiler Samboat.es, que da espacio a particulares y empresas para rentar sus barcos.
Al parecer, el alquilar un barco de recreo en el que pasar la jornada o un par de días surcando los mares se ha democratizado bastante y se ha vuelto una actividad "bastante asequible", nos comentan. De hecho, según los datos facilitados por Samboat.es, el precio medio de alquiler de un barco puede estar en torno a unos 250 euros, "todo depende del tipo de barco y el período", cuentan.
Por tanto, la gente más joven ha cambiado el ahorrar para pagar las entradas en discotecas, sitios abarrotados o festivales por pasar una tarde con sus amigos a bordo para organizar sus fiestas privadas en alta mar.
El auge del negocio
Tanto Samboat.es como Click&Boat son dos portales que operan en nuestro país que se les podría considerar como el blablacar de los barcos de recreo. La legislación exige que el barco vaya tripulado por patrones y los poseedores de embarcaciones de recreo se anuncian en estos portales ofreciendo este servicio de una jornada en el mar, o más.
Un modelo que ha visto incrementada la demanda en los últimos tiempos, principalmente, por esa necesidad de ocio cuando el ocio no está muy disponible o muy restringido.
Las cifras proporcionadas por Click&Boat nos dejan ver que, efectivamente, hay un auge en el sector. Según cuentan, desde enero hasta julio de este año sus reservas han aumentado un 121,18% con respecto al mismo período en el 2020. En lo que llevamos de verano, a falta del recuento de agosto, han aumentado las reservas un 97,46% con respecto a las del 2020.
Y la misma situación están percibiendo en Samboat.es. Según nos cuentan, en su catálogo disponen de más de 4.000 embarcaciones de recreo, "un crecimiento del 50% con respecto al año pasado", aseguran.
Esto sumado a que, con respecto al año 2019, casi han "triplicado" el número de solicitudes para pasar una jornada en el barco.
Estos portales funcionan como cualquier otro de los llamados economía colaborativa, es decir, el patrón del barco o la empresa pone a disposición de la gente su embarcación y le ofrece la experiencia en las fechas elegidas. En los catálogos existen un sinfín de opciones y precios. Desde los 60 euros por día por una lancha tipo zodiak de cuatro metros de eslora en la que caben cuatro personas. Pasando por un velero tipo catamarán equipado con baño y camarotes por 300 euros la jornada y, para los que quieren rascarse más el bolsillo, pueden navegar en un yate de 24 metros de eslora con aforo para 12 personas y ocho plazas para dormir por 2.800 por día, más 200 euros de gasto de patrón.
En elEconomista hemos hablado con uno de esos particulares que ofrecen el alquiler de su embarcación en Ibiza. Por razones personales ha querido mantenerse en el anonimato, pero nos cuenta que se ha decidido por esta alternativa, ya que "tener un barco es caro, el amarre, los seguros..." y por tanto tomó la decisión de rentabilizar su inversión.
Además, este patrón de embarcaciones de recreo ha asegurado sentir "pasión" por el mar y que le gusta "transmitir esa pasión a los que alquilan las embarcaciones" y que por eso también ofrece vivir esa experiencia a bordo.
Entre los clientes hay todo tipo de personas. Aunque la mayoría son jóvenes, también hay familias que eligen este tipo de aventura marítima, antes propia de la gente más adinerada, para pasar un día de sus vacaciones en la costa.
Mediterráneo como destino preferido
La mayoría de destinos que podemos encontrar en estas páginas de economía colaborativa en las que alquilar un barco están en puertos deportivos de Barcelona, Ibiza, Formentera, Mallorca, Dénia, Altea... Todos destinos mediterráneos. Aunque existen también destinos atlánticos como las Islas de Gran Canaria o Tenerife y puertos internacionales en Francia, Grecia e Italia e incluso algunos en el Mar Caribe como Cancún.