
El Grupo DIHME acaba de cerrar la compra de El Kiosko, uniendo la restauración de 37 establecimientos y casi 20 millones de euros de facturación. La crisis derivada del Covid-19 ha modificado la forma de trabajar del sector y ha llevado a empresas como esta a convertir en punto clave los envíos a domicilio. elEconomista ha hablado con Daniel Sala, CEO del grupo, para conocer sus planes.
¿Cómo han capeado la crisis del Covid?
Fue todo un reto para el sector que hemos superado con nota. Al principio era mantener la salud de empleados y clientes. Luego vino la parte del trabajo, de intentar seguir vendiendo. Tenemos mucho negocio en delivery y la verdad es que ha seguido funcionando bien. Hubo una época de gabinetes de crisis todos los días y lo superamos. La parte buena es que de todo sacamos lecciones muy valiosas. Hemos conseguido mantener la venta mejor que otras empresas y hemos aprovechado para integrar equipos que nos parece un bombazo, va en sintonía con lo que hacemos. La integración con El Kiosko ha sido una oportunidad única que no hubiera surgido sin pandemia.
¿Qué parte del negocio supone el 'delivery'?
Antes de El Kiosko era más o menos el 80%-90% de la venta de la compañía. Ahora ya hay bastante menos, pesa alrededor de un 60%.
A nivel financiero, ¿cómo terminaron 2020?
Dimos beneficio, lo cual no es poco para la que estaba cayendo. En ventas, logramos unos 10 millones, alrededor de un 20% menos que en 2019. Tuvimos la suerte de tener el delivery y mucha posición en ese segmento. El Kiosko tiene locales muy bonitos y el 90% tenían terraza. Estamos super contentos de presentar esta integración que ha supuesto un salto exponencial, sobre todo porque incorpora un know how valiosísimo, el de los fundadores del El Kiosko, que se quedan con nosotros, y porque pasamos a tener una marca que está ya consolidada, con 20 locales, unos planes de expansión muy potentes pero sin prisa. Cerraremos este año con diez restaurantes nuevos y llegaremos a 250 en tres años. En total, unos 50 restaurantes de El Kiosko, no queremos pasar de ahí por un tema de marca. Además, queremos sacar otras firmas igual de cuidadas.
¿Qué planes tienen para 2021?
En 2021 vamos a cerrar con 10 restaurantes más de El Kiosco en Madrid. Estamos trabajando con interesados en montarlo en Barcelona, pero nada cerrado. Tenemos otro proyecto, la Sagrada Fábrica, con dos aperturas pendientes. Probablemente sean en Toledo, porque será inversión de la cervecera.
¿Qué otros mercados en los que todavía no están les interesan?
Barcelona nos interesa muchísimo. También el Levante, porque es una zona muy kiosquera, y Andalucía. También Zaragoza, entendemos que es un sitio donde hay que estar. Luego pequeñas poblaciones que nos gustan porque también las consideramos relevantes, como Salamanca, Valladolid, Segovia, Toledo, son zonas donde funcionará.
¿Cuál es la inversión prevista para las 10 aperturas?
Nosotros vamos a hacer uno propio de esos 10, que estará en Madrid, y los otros nueve son franquiciados. De media vienen siendo 400.000 euros cada apertura.
¿Van a terminar este año con beneficios?
Sí, por supuesto, va a haber beneficio este año. Y el ebitda conjunto de las compañías tiene que estar rondando más de 2 millones de euros. Es lo que prevemos.
¿Estas operaciones se han modificado a raíz de la pandemia?
El año 2020 ha sido muy distinto y nuestra posición de 2021 es la que os he comentado. Ahora mismo estamos expectantes a ver qué pasa. Por ahora seguimos abiertos, seguimos con horario bueno, etc.
¿Qué porcentaje es propio y cuánto es franquicia?
Ahora mismo la red son cuatro propias sobre 20 en total. El año que viene nos situaremos en cinco sobre 30, sin duda. Y así queremos seguir creciendo siempre. Un restaurante por año es nuestro plan, porque creo que es sano y aprendemos con los restaurantes.
¿Han tenido que acudir a financiación por el Covid?
Sí, a través del ICO. Cuando bajas las ventas de un punto se resiente mucho la cuenta de resultados. No sabemos cuándo se va a recuperar. Ojalá en 2021 o 2022 cojamos las ventas de 2019, pero con esta incertidumbre hay que tener financiación. Es una fiesta que pagaremos, pero a plazos.
¿Plantean la entrada de capital externo?
No. Nos gustan los acuerdos como los de El Kiosko, que va mucho de sintonía de las dos personas y de un proyecto común de crecimiento de la empresa. ¿Qué me va a aportar un fondo? ¿Dinero? Para 50 restaurantes no me hace falta.
¿Qué rentabilidad media tiene cada local?
Es muy alta. Está entre el 15% y el 20%. Facturamos en todas las franjas horarias, estamos cerca del millón de euros de facturación por cada restaurante.
¿El ticket medio ha bajado con la pandemia?
Se mantiene bastante bien. Bajó al principio, porque se hizo una carta Covid con menos platos, pero con la vuelta a la normalidad y la incorporación de novedades se recupera.
¿Cuáles son sus objetivos a nivel financiero?
No me gustan las bolas de cristal, pero el objetivo es en cinco años tener 5 millones de ebitda. Esto está basado en un crecimiento de hasta 50 El Kiosko, unas 15 Sagradas Fábricas, la posición que tenemos en Telepizza y el lanzamiento de una marca nueva. Hay mucho recorrido en compras y ahorro de costes.
¿Y en empleo?
Somos muchos y más seremos. Estamos en esos cinco años en unas 1.500 personas entre franquiciados y propias.
Hablaba de una nueva marca, ¿cuándo y cómo?
El boceto está bastante enfocado. En septiembre u octubre, lo tenemos totalmente desarrollado a falta de local. De aquí a final de año abriremos. Va a ser un Kiosko, pero distinto, en el que se pueda consumir desde el desayuno hasta la cena. Va a recordar a los pueblos, a hace varias décadas.
¿Qué ha cambiado en los clientes con la pandemia?
Las localizaciones, el delivery... y eso ha llevado a muchos cambios, como las dark kitchens. Abriremos seguramente alguna de estas cocinas para dar servicio a la gente que le gusta El Kiosco, pero no desde el restaurante, desde otro sitio. El Kiosko no es un sitio para tener a moteros entrando mientras cenas.
¿Utilizan alguna plataforma o tienen repartidores propios?
Tenemos repartidores propios, en plantilla. Hace poco te miraban como si estuviese loco por hacer eso, pero el delivery va a sufrir una transformación desde cero.