El fundador de Tesla, Elon Musk, planea construir una estación en la Isla de Man desde la cual Starlink, filial de SpaceX, llevará internet a cada rincón de Reino Unido.
La estación, que permitirá a Starlink utilizar una constelación de miles de satélites para cubrir la Tierra a alta velocidad y aprovechar las ondas aéreas menos saturadas de la isla, se encuentra en la fase final de obtención de la licencia necesaria para su construcción. Según ha informado el organismo regulador de las comunicaciones de la Isla de Man, el proyecto de Musk ya ha obtenido la licencia de telecomunicaciones y el derecho a utilizar determinadas bandas del espectro e instalar equipos en la isla.
A principios de año, Starlink lanzó un servicio de prueba en el Reino Unido, cobrando a los clientes 89 libras al mes y el coste de 439 libras de una antena parabólica por velocidades de hasta 150 megabits por segundo. Con esta nueva estación, que estará operativa a finales del mes de agosto, quiere ocupar aquellos espacios donde la banda ancha de fibra y el 5G no pueden llegar, como las regiones rurales del norte del país.
Recientemente, el regulador británico dijo que planeaba subir el listón para las nuevas solicitudes de licencia de banda ancha por satélite. De ser así, los proveedores tendrán que demostrar que no interferirán con los sistemas rivales y suspendería las nuevas solicitudes en el proceso.