La startup Varda Space Industries, fundada hace menos de un año por Will Bruey, de SpaceX, y el director de Founders Fund, Delian Asparouhov, se ha propuesto como lanzamiento inaugural la construcción del primer parque industrial en órbita, para lo que ha recaudado ya más de 50 millones de dólares.
Con sede en Torrance, California, Varda acaba de cerrar una ronda de financiación liderada por Khosla Ventures y Caffeinated Capital, a la que se sumaron inversores como Lux Capital, General Catalyst y Founders Fund. Con los 42 millones de dólares recien recaudados y los 11 millones de dólares conseguidos en una ronda inicial anterior, la empresa ha ingresado un total de 53 millones de dólares desde su fundación.
El objetivo de la startup es reunir un equipo de más de 40 personas para ir más lejos que la Estación Espacial Internacional y SpaceX, de Elon Musk: lanzar y devolver productos fabricados en el espacio más rápidamente. Por ahora, cuenta con más de 16 expertos de la industria aeroespacial, varios de ellos procedentes de la empresa de Elon Musk.
Según Delian Asparouhov, lo que diferencia a Varda de otras empresas que trabajan en la fabricación en el espacio es que se centra en cómo eso añade valor a los que están en la Tierra, más que en el espacio. Para ello, la startup tratará de aprovechar los mercados de productos como los semiconductores, los cables de fibra óptica o los productos farmacéuticos, mercados "extremadamente grandes" en el planeta Tierra.
Ambos fundadores coinciden en que nada de lo que hacen es novedoso, salvo en su conjunto. Varda está creando una nave espacial de tres piezas, compuesta por una plataforma espacial comercial, el módulo de fabricación y una cápsula protegida por un escudo térmico para reentrar en la atmósfera y aterrizar con paracaídas.
La empresa aspira a realizar su primer lanzamiento y reentrada en 18 meses, con el objetivo de traer de vuelta unos 100 kilogramos de material. En estos momentos, Varda se encuentra en el nivel de revisión preliminar del diseño, y está revisando los detalles finales con los reguladores y las partes interesadas.
En términos de producto, Varda tiene un mercado potencial mucho más amplio que el del turismo espacial, según Asparouhov. Por ello, quieren empezar primero con esta misión para luego, desde ahí, ya expandirse de manera constante a misiones más grandes e ir a más estaciones fijas en órbita.