
La falsificación de tabaco y el crecimiento de los productos ilícitos se acelera en toda Europa. Según el último informe elaborado por KPMG sobre el consumo y los flujos de cigarrillos ilícitos en 30 países, encargado por la compañía Philip Morris, mientras que el consumo total de cigarrillos sigue disminuyendo, el porcentaje del tráfico ilegal de tabaco aumentó en casi medio punto porcentual hasta alcanzar el 7,8% del consumo total en 2020, hasta alcanzar los 34.200 millones de cigarrillos consumidos en los 27 Estados miembros de la Unión Europea.
El aumento de los cigarrillos ilícitos -que incluye tanto los productos de contrabando, como los falsificados y marcas blancas introducidas en la UE de forma ilegal- fue impulsado por un incremento sin precedentes del 87% del consumo de cajetillas falsificadas, lo que equivale a 10.300 millones de cigarrillos falsos. La consecuencia de todo ello es inmediata y las pérdidas fiscales para los Estados miembros de la UE ascienden aproximadamente a 8.500 millones de euros. En distintos informes, la Comisión Europea ha advertido ya en los últimos años que "el contrabando de cigarrillos constituye una fuente de ingresos para los grupos de delincuencia organizada de Europa y de fuera de ella, y existen indicios de que en algunos casos está también relacionado con la financiación del terrorismo", insistiendo en que esta práctica "es esencial para proteger la seguridad europea".
Ventas en España
En España, mientras que en 2020 las ventas en el mercado legal disminuyeron un 8%, KPMG estima en su informe que el volumen de cigarrillos ilícitos consumidos se incrementó en un 14%, (hasta alcanzar 1.751 millones de cigarrillos de contrabando y falsificados). El comercio ilícito supuso así un 4,2% del total de cigarrillos consumidos en nuestro país el año pasado, lo que representa una pérdida recaudatoria de 309 millones de euros.
Impacto de la pandemia
El impacto de la pandemia también se ha hecho notar en este fenómeno: dadas las restricciones de movilidad y la caída de turismo, los flujos de entrada legal de cigarrillos de otros países disminuyeron en 2020 en un 51%. En este sentido, Gibraltar continuó siendo el principal origen de los cigarrillos no domésticos consumidos en España el año pasado, aunque KPMG estima que este flujo se redujo en 250 millones de cigarrillos respecto a 2019 y que un 43% de los cigarrillos procedentes del Peñón entraron en nuestro país de manera legal.
Respecto a la fabricación clandestina, fenómeno en auge en Europa, cabe destacar la labor de las Fuerzas de Seguridad, ya que España fue el pasado año el cuarto país europeo donde se desmantelaron más fábricas ilegales (5), tras Polonia (87), Grecia (8) y Bélgica (6).
Las entrevistas con las Fuerzas de Seguridad realizadas por KPMG como parte del informe indican que las bandas criminales organizadas realizaron sus operaciones dentro de las fronteras de la UE, ya que se cree que una gran proporción de los cigarrillos ilícitos de marcas blancas y falsificadas también se producen en fábricas ilegales dentro del territorio europeo.
Proteger al consumidor
"Es crucial proteger a los consumidores contra las falsificaciones y que las fuerzas de seguridad, los gobiernos y las empresas propietarias de marcas como nosotros se unan como uno solo para abordar y acabar con el comercio ilícito en Europa y más allá", asegura Alvise Giustiniani, vicepresidente de Prevención del Comercio Ilícito de la comañía propietaria de Marlboro, Chesterfiel y LM.
"La erradicación del comercio ilícito es especialmente importante en el contexto de la transformación de PMI hacia un futuro sin humo y tenemos que seguir trabajando juntos para hacer frente a cualquier amenaza potencial de comercio ilícito, incluso en el caso de nuestros nuevos productos. El cumplimiento de la ley y la aplicación efectiva de la misma contra los delincuentes que se benefician del comercio ilícito es una necesidad absoluta", asegura el directivo.
Además, el informe analiza el impacto de la COVID-19 en el consumo total de cigarrillos concluyendo que éste se redujo en un 4,7% en 2020. Cabe destacar que este descenso también coincidió con el crecimiento de 6.000 millones de unidades equivalentes a cigarrillos en la categoría de picadura de liar en 2020.
Adicionalmente, KPMG señala que los controles fronterizos y las restricciones de movilidad provocados por la pandemia dieron lugar a un fuerte descenso del consumo de cigarrillos no domésticos, con una caída del 18,5% respecto al año 2019.