JBS, el mayor proveedor mundial de carne, ha sido blanco de un ciberataque que paralizó sus redes informáticas en América del Norte y Australia en la última amenaza a las cadenas mundiales de suministro de alimentos ya golpeadas por la pandemia.
Según Bloomberg, JBS USA informó que fue objeto de un ataque el 30 de mayo que afectó a los servidores que soportan sus sistemas en América del Norte y Australia. La empresa dijo que suspendió todos los sistemas afectados y que el incidente retrasará las transacciones con clientes y proveedores.
Las cinco mayores plantas de JBS en EEUU, que en total manejan 22.500 cabezas de ganado al día, detuvieron el procesamiento tras el ataque, según informó la empresa en comunicados y confirmaron sindicatos y empleados. Esas interrupciones por sí solas han acabado con casi una quinta parte de la producción de carne de vaca en el país, que este martes está sin un indicador claro de precios para el ganado.
El ataque detuvo el procesamiento en una de las plantas empacadoras más grandes de Canadá, mientras que Australian Financial Review había informado previamente que los trabajos de ganado vacuno y ovino se habían suspendido en las operaciones de JBS en Australia.
La acción representa un nuevo golpe para JBS, cuyas operaciones se recuperaron recientemente tras la ausencia de trabajadores debido a brotes de covid-19. La industria de la carne ha estado tratando de superar un período oscuro durante la pandemia, con empresas que luchan por contener los brotes que obligaron a muchas plantas a cerrar temporalmente o reducir la producción.
El incidente se produce tres semanas después de que un ciberataque obligara a Colonial Pipeline, operador del mayor gasoducto de EEUU, a detener el flujo de combustible durante varios días, lo que provocó una grave escasez de gasolina en algunas áreas.
JBS, con sede en Sao Paulo, posee instalaciones en 20 países. Australia y Nueva Zelanda representan 4% de los ingresos de la empresa, en comparación con 50% de EEUU y 3% de Canadá, según datos de la empresa.