
El Covid-19 ha modificado la forma de operar de prácticamente todos los sectores y los propietarios de oficinas tienen claro que la digitalización y los 'smart buildings' son el caballo ganador de la nueva era que se abre tras la pandemia. En este contexto, llega a España y Portugal WiredScore, una empresa que certifica el nivel de conectividad de los edificios y que ya cuenta con compañías como Allianz Real Estate, Merlin Properties y Meridia Capital entre su cartera de clientes en nuestro país.
La proptech ya ha certificado más de 60 millones de metros cuadrados en 12 países diferentes y aterriza ahora en España y Portugal como parte de su expansión hacia el sur de Europa. En este sentido, se encuentra en proceso de certificar más de una treintena de edificios entre los que se encuentran algunos tan representativos como la Torre Glories de Barcelona, en manos de Merlin Properties, o Castellana 200, en Madrid, propiedad de Allianz Real Estate, dos de sus clientes principales.
La vuelta a la oficina tras la pandemia del Covid-19 supondrá para muchas compañías un punto de inflexión en las necesidades que deberán ver cubiertas en sus oficinas. Este martes, durante la mesa redonda titulada 'Cómo adaptarse a la evolución de las necesidades digitales del mundo empresarial. Cómo preparar los activos para el futuro y aprovechar el potencial digital de España y Portugal' moderada por Jorge Valero, corresponsal de elEconomista en Bruselas, los principales representantes de los propietarios de oficinas en toda Europa han conversado sobre la importancia de introducir los denominados 'smart buildings' que certifica WiredScore en el mercado europeo.
Lynn Smith, directora de Desarrollo de Europa Capital ha recordado que la pandemia del Covid-19 ha modificado la lista de prioridades de los inquilinos a la hora de elegir un edificio u otro, pues cuestiones como la calidad del aire son ahora preponderantes. "Con una certificación externa de tu edificio le das al inquilino una confianza extra sobre el edificio", ha admitido.
La irrupción del teletrabajo en marzo del año pasado supuso un cambio radical en la forma de concebir las oficinas. Tras la vuelta a los espacios de trabajo y la puesta en marcha de sistemas híbridos que combinan ambas partes, muchas empresas han optado por repensar la distribución de los metros cuadrados. En este sentido, David Brush, CIO de Merlin Properties, ha abogado por esta vuelta de tuerca, aprovechando los datos que se pueden obtener de los edificios inteligentes para adaptarlos a las compañías con el foco puesto en puntos clave como la sostenibilidad, el bienestar de los trabajadores y la conectividad.
Los datos nos ayudan a estar cerca de los inquilinos
Esta misma opinión también estuvo en boca de Grigor Hadjiev, director de Producto & Desarrollo de Allianz Real Estate en Europa occidental. "Los datos nos ayudan a estar cerca de los inquilinos. Tenemos que estar preparados para acomodarnos a las nuevas demandas, desde la temperatura hasta cualquier indicador de confort", admitió.
La flexibilidad, la sostenibilidad y la digitalización son pues las tres patas claves que cualquier edificio debe mantener para encandilar a los futuros inquilinos. Las empresas propietarias de oficinas tratan de adaptarse a cada cambio que va surgiendo y la utilización de los datos es clave para ello. José Mittelbrum, director de Leasing de oficinas de CBRE, apuntó en este sentido a la necesidad de explorar las innovaciones que surjan en el mercado para tratar de incorporarlas a sus activos.
Estos tres puntos son también para Will Buttery, director de Mercados en Crecimiento de WiredScore, cruciales. La forma en la que la tecnología impacta en nuestro día a día en la oficina, cómo la vida profesional está impactada por la crisis climática y cómo se puede utilizar la tecnología para mejorar el impacto de las diferentes actividades en términos de sostenibilidad y en puntos clave como huella de carbono, son un paso adelante que se puede dar a través de los edificios inteligentes, resumió.
El impulso de los fondos UE
Los fondos Next Generation EU serán un revulsivo claro para dar un paso adelante en la implantación de este tipo de edificios, pues una partida muy relevante se destinará a la rehabilitación de activos de este tipo. Más allá de la puesta en marcha de nuevos proyectos, será crucial el aumento del ritmo que la financiación que llegue de Bruselas pueda aportar a algunos, como los que se basan en la descarbonización o el fomento de la movilidad eléctrica, que ya estaban en marcha antes incluso de la irrupción del Covid-19.
"Estoy deseando que los fondos tengan impacto en el real estate", admitió en la mesa redonda sobre la evolución de las necesidades de las empresas en sus oficinas David Brush, CIO de Merlin Properties. "Hay muchos proyectos que ya hemos iniciado que encajan con estos fondos. (...) La velocidad y la escala con la que los desarrollaremos puede verse incrementada", señaló.
La implantación del 5G en las oficinas también será un salto de calidad hacia los edificios inteligentes, más si cabe con la cada vez más relevante experiencia de empresas que trabajan en la nube. Según datos de WiredScore, el 38% de las empresas a día de hoy está en la nube y se espera que este porcentaje llegue al 59% en un periodo de 18 meses. Por ello, el 'cloud computing' es uno de los principales retos a la hora de construir un edificio, tal y como mantiene Eden Dwek, director de Expansión de Wiredscore, ya que el 80% del tráfico de datos inalámbricos se origina o termina dentro del edificio.
El 5G otorga beneficios en tres áreas diferentes: la velocidad de operación, la capacidad y la latencia. Este tipo de conexión es 20 veces más rápida que el 4G, multiplica por 1.000 los dispositivos por kilómetro cuadrado a utilizar y apenas tarda un milisegundo en llevar a cabo las acciones solicitadas, lo que supone una latencia más baja que la del cerebro humano. Por ello, la conectividad de los edificios es tan relevante en la era que se abre tras el Covid. Hasta ahora, este era un problema del inquilino, pero los avances de los últimos tiempos suponen traspasar la responsabilidad al propietario. "La gran oportunidad para la industria son los edificios inteligentes, el aumento de la sostenibilidad y una buena experiencia de usuario. Los hábitos del trabajo están cambiando", añadió durante la jornada celebrada este martes Dwek.
Los mercados español y portugués todavía tienen trabajo por hacer, pues una encuesta realizada a los trabajadores de oficinas mostró que aún existe importantes problemas de conexión. El 79% de los encuestados admitieron que se han tenido que enfrentar a problemas de conectividad en sus hogares desde el inicio de la pandemia.
Si la mirada se fija en los edificios de las administraciones públicas, el camino por recorrer es todavía más largo. "Con que solo los edificios públicos utilicen una parte de esos fondos para volverse más verdes y digitalizados, será genial, será suficiente. El Gobierno debe empezar por sus propios activos", señaló Mittelbrum.
Dos tipos de certificados
En este contexto, WiredScore desembarca en la Península Ibérica con dos tipos de certificados diferentes para los edificios. Por un lado, WiredScore ofrece una certificación con el propio nombre de la empresa que mide el nivel de conectividad de un edificio, otorgándole una clasificación que va desde el platino a la plata pasando por el oro.
Por otro lado, también evaluará las cualidades y herramientas que convierten los edificios en inteligentes, los denominados 'smart buildings', que serán certificados bajo la denominación SmartScore. En este último punto tendrá mucho que ver la sostenibilidad de los edificios, un punto clave para los propietarios y los inquilinos de las oficinas del futuro más cercano.
Las certificaciones que llevará a cabo WiredScore miden cinco puntos clave de los edificios: la capacidad de recuperación de la conectividad de la propiedad, una experiencia de conexión a Internet perfecta, la existencia de cobertura móvil ininterrumpida, una elección de proveedores a precios competitivos y la capacidad de adaptarse a las nuevas tecnologías de cada uno de los edificios analizados.
En España y Portugal WiredScore cuenta con clientes como Hines, Meridia Capital, GMP, Allianz, Merlin Properties, Patrizia y Urbaninput o Rivoli, entre otros. En estos momentos, se encuentran en proceso de certificación un total de 34 edificios entre los dos países, 21 de ellos en Madrid, 12 en Barcelona y uno más en Lisboa.