
La relación entre España y Marruecos no pasa por su mejor momento después de que el lunes el país africano levantase los controles migratorios en la frontera con Ceuta. Una situación que se entiende como una represalia al acogimiento por parte de España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, el cual está siendo tratado de Covid-19 en un hospital de Logroño.
Lo cierto es que las relaciones entre ambos países están bastante más asentadas en los ámbitos comerciales. En 2020, las exportaciones españolas a Marruecos alcanzaron los 7.381 millones de euros, un 13% menos que en el mismo periodo del año anterior, según datos de la agencia pública ICEX. La exportación española por productos está bastante diversificada. En el año 2020 los diez primeros capítulos exportados suponen el 66% del total exportado por España al país africano. Destacan los capítulos combustibles minerales (13%), aparatos mecánicos (12%), vehículos (11%), material eléctrico (10%) y materias plásticas (7%).
En 2020, las importaciones españolas desde Marruecos alcanzaron los 6.363 millones de euros, lo que supuso un descenso del 9% en tasa interanual y el 2% del total. En ese año, Marruecos fue nuestro décimo proveedor mundial solo superado fuera de la Unión Europea por China, Estados Unidos y Reino Unido.
Ahora bien, hay cerca de 20.000 empresas españolas que exportan a Marruecos. El pasado ejercicio el número de empresas exportadoras a Marruecos cayó un 15,7%, es decir, hubo 18.438 exportadores totales a Marruecos. De estos, 6.685, el 36,2% del total, lo hicieron de forma regular, lo que supone un 0,3% menos empresas en números absolutos, pero un porcentaje mayor sobre el total de exportadoras, que el año 2019.
El principal socio comercial de Marruecos es la UE. Según la Office des Changes marroquí, en 2019 -últimos datos disponibles-, la UE fue el primer proveedor de Marruecos (53,1% de importaciones) y el primer cliente (66,7% de exportaciones). Dentro de la UE, España es el primer socio comercial de Marruecos, y en los últimos años ha reforzado esta posición de liderazgo. Según Eurostat, si España supuso en 2012 el 31% del total de exportaciones UE a Marruecos, este porcentaje ha ido subiendo de forma lineal hasta alcanzar el 35,3% en 2019. En 2012 España suponía ya el 32,8% del total de importaciones UE con origen en Marruecos y esta cifra alcanzó el 40,5% en 2019.
Según la Office des Changes, los principales países proveedores de Marruecos, en 2019 fueron: España (15,6%), Francia (12,2%), China (10,1%), Estados Unidos (7,4%) e Italia (5,4%). Los principales países clientes de Marruecos en 2019 fueron: España (24,1%), Francia (21,6%), Italia (4,7%), Estados Unidos (4,0%) y Alemania (3,2%).
Entre los sectores que cuentan con una mayor presencia de empresas españolas está el sector de la automoción. Concretamente, el de la industria auxiliar del automóvil. Así, compañías como Gestamp y CIE Automotive cuentan con presencia en Marruecos. La compañía presidida por Francisco J. Riberas firmó un acuerdo de colaboración con el fabricante de componentes local Tuyauto con el objetivo de tener operativa esta planta, cerca de la cual se sitúa una fábrica de Stellantis. CIE Automotive, por su parte, entró en la Zona Franca de Tánger en 2008 tras firmar una opción de compra del 51% del grupo luso Joamar. Tres años más tarde, CIE Automotive compró la compañía, creada en 2003 y que operaba maquinaria de moldeo por inyección y pintura.
No son las únicas. Grupo Antolin cuenta con dos fábricas en Tánger, al tiempo que Ficosa inauguró en marzo de 2018 su primer centro de producción en Marruecos tras invertir 50 millones de euros.
El interés de las empresas de componentes de automoción por Marruecos se debe a que el Reino alauí es el vigesimonoveno productor mundial de vehículos, con un total de 248.430 unidades fabricadas el pasado año, un 38% menos en tasa interanual, según datos de la Organización Internacional de Constructores de Vehículos (OICA, por sus siglas en inglés). El país africano cuenta con dos factorías de Renault; una en Tánger, en la que se producen modelos Dacia; y otra en Casablanca, más antigua y pequeña. Por su parte, Stellantis, que aúna a los grupos PSA y FCA, cuenta con una planta en Kenitra, inaugurada en 2019 y con una capacidad de producción de 200.000 vehículos al año.
Pero la automoción no es el único de los sectores con una presencia importante en Marruecos. Según datos de ICEX, en Marruecos hay establecidas 355 empresas españolas.
En el caso de entidades, Banco Santander cuenta, a través de su filial Santusa Holding, con una participación del 5,1% en Attijariwafa Bank.
Energía
En materia energética, Naturgy, a través de su sociedad Sagane, mantiene una participación en Metragaz y EMPL. La energética opera el tramo marroquí del gasoducto Magreb-Europa, cuyo acuerdo de concesión vence el próximo mes de octubre. La compañía presidida por Francisco Reynés controla el 77% de Metragaz, que se ocupa de la operación y el mantenimiento del gasoducto junto a Galp Energía (22,8%) y la Onhym (0,68%). También controla el 77% de la compañía EMPL que se encarga de la explotación comercial del transporte de gas a través del gasoducto Mabreb-Europa.
Abengoa, por su parte, renovó por cinco años, con posibilidad de ampliar otros cinco, el contrato de operación y mantenimiento de la planta híbrida que tiene en Ain Beni Mathar, con una capacidad de 472 MW. Además, ya tiene completada más del 85% de la construcción de una planta desaladora con tecnología de ósmosis inversa en Agadir.
Además, Endesa controla el 32% de la Énergie Électrique de Tahaddart (EET), compañía pública que explota la central térmica de ciclo combinado de Tahaddart, cuya concesión caduca en 2025, situada a diez kilómetros al norte de la ciudad de Asilah, gestionada en un 48%, por la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable (ONEE), en asociación con Endesa Generación, con un 32%, y Siemens Project Ventures, con el 20% restante.
Dentro de este gran juego, Enagás desembarcó en Marruecos junto con Elecnor y Fomento en 2018 para formar un consorcio que pretendía desarrollar un gasoducto de comercialización de los yacimientos de Tendrara (este de Marruecos) y una planta de tratamiento de gas para la británica Sound Energy. Asimismo, Acciona tiene una filial de Agua en el país africano.
Indra e Inditex
Otras empresas llevan presentes en el Reino alauí desde hace más de 20 años, como Indra. La multinacional tecnológica cuenta con dos oficinas en Rabat y ha participado en la implantación de proyectos de gran calado. Como, por ejemplo, la implantación tecnológica de su sistema de Gestión de Tráfico Ferroviario en la red ferroviaria del país para su gestión integral y sistemas de seguridad para la protección de infraestructuras críticas. También mantiene una colaboración continuada con la Office National Des Aéroports (ONDA) de Marruecos desde hace más de una década para modernizar de forma constante sus sistemas de gestión de tráfico aéreo y ha implementado igualmente sus soluciones de gestión de operaciones en los Puertos de Casablanca.
El grupo textil Inditex cuenta en Marruecos con 32 tiendas y con 310 fábricas. El consorcio posee hasta ocho tiendas que corresponden a la filial Zara, al tiempo que cuenta con otros siete emplazamientos de Stradivarius, cuatro Zara Home, cuatro Bershka, tres tiendas Oysho, otras tres de Massimo Dutti, dos Pull&Bear y un Uterqüe. No es el único, pues El Corte Inglés también participa en el país africano.
Transportes
El grupo Boluda también está presente en Marruecos desde 2005. Entonces se adjudicó el contrato de concesión por 25 años de remolque y asistencia a puerto en Tánger Med.
También está Alsa, que a finales de 2019 ganó un contrato de 1.000 millones de euros para encargarse del transporte urbano de Casablanca por un periodo de diez años, ampliable a otros 15. El grupo, filial del británico National Express, es el primer operador del país en cinco de las seis mayores áreas urbanas de Marruecos, donde opera desde hace más de dos décadas.
Otra de las compañías asentadas en el país africado es la vasca Irizar, que cuenta con una fábrica en Skhirat, la cual se inauguró en 2008, y que el año pasado fue el adjudicatario del mayor pedido de autobuses para la planta marroquí.
De otra parte, compañías como Balearia tienen una delegación en el país vecino, mientras que Trasmediterránea actúa en el país a través de una filial. En cuestión de turismo, cadenas como Barceló, Iberostar o Meliá también tienen filiales en Casablanca, Agadir y Saïdia, respectivamente.
La importancia de la industria agroalimentaria
Marruecos siempre ha sido uno de los principales y mayores competidores del sector agrícola español. Para la economía del país africano, este sector es el segundo más importante. Tanto, que las exportaciones de la industria agroalimentaria han pasado de aportar en 2018 unos 430,5 millones (5,2% del total) hasta los 512,9 millones de euros en los nueve primeros meses del año pasado -últimos datos disponibles- (7,6% del total), según la última información disponible en la base de datos Estacom. Del total de empresas españolas registradas en Marruecos en el listado del Instituto Español de Comercio Exterior, un total de 37, lo que supone más de un 10% del total, son del sector agrícola, incluyendo a las productoras de hortalizas y frutas, las empresas de riego, fertilizantes, semillas y plantones o de maquinaria como pueden ser Agroatlas Europa o Agrucapers. Sin embargo, las exportaciones de materias primas, productos industriales y bienes de equipo cayeron casi un punto, hasta los 5.007,2 millones de euros, el 75,4% del total.