Empresas y finanzas

Gabriel Escarrer: "Es crucial un plan de ayudas para cruzar la última milla de la pandemia"

  • "La facturación en verano será el 50%-55% de 2019 y mejorará si Reino Unido nos pone el semáforo verde"
Gabriel Escarrer, consejero delegado y vicepresidente de Meliá

Gabriel Escarrer, vicepresidente y consejero de Meliá Hotels International y presidente de Exceltur, urge, en una entrevista con elEconomista en el marco de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) que se celebra estos días en Madrid, a acelerar el ritmo de vacunación y la implantación de los pasaportes sanitarios para impulsar la actividad turística este verano y evitar la quiebra de miles de empresas del sector más.

¿Qué previsión tiene para el turismo en España este verano tras el levantamiento del estado de alarma y la mejora del ritmo de reservas de los últimos días?

La perspectiva es algo mejor que la que teníamos hace un mes, pero con mucha prudencia porque aún hay una escasa visibilidad. La velocidad de la recuperación dependerá de dos factores fundamentales: la evolución de la vacunación y también de los tratamientos, y de la coherencia de control para los desplazamientos, el famoso pasaporte sanitario, que evitaría cuarentenas y facilitaría la movilidad de las personas. En el tercer trimestre, que es el fundamental por su peso vacacional, España se juega mucho de su Producto Interior Bruto (PIB). Estimamos un verano donde estemos alrededor del 50%-55% de la facturación que alcanzamos en 2019. Ya empezamos a ver una cierta normalidad y de alguna forma puede verse mejorado si hay un rápido repunte a partir de ciertos indicadores de resiliencia de la demanda y si el mercado británico nos pone el semáforo en verde. El potencial de recuperación aún no está porque va a haber muchas reservas de último minuto y todas las reservas están sin ningún prepago.

¿Y cuándo prevé la recuperación de los niveles previos al Covid-19?

La recuperación a ingresos previos a la pandemia no creo que se alcance antes de 2023. Y va a haber una doble velocidad: una en el ámbito vacacional, que en 2022 prácticamente llegará a la normalidad, y otra en el urbano, que tardará un poco más y probablemente nos iremos a 2023. En el urbano la caída de la demanda puede ser estructural porque el teletrabajo es una realidad y las reuniones y las videoconferencias están para quedarse.

"El nivel de ingresos previos a la pandemia no se alcanzará antes de 2023"

En este momento hay dos velocidades en el mundo. Está, por un lado, el mundo anglosajón, con Estados Unidos a la cabeza, donde el ritmo de reservas de americanos al Caribe está por encima del de 2019, y Asia, donde llevamos muchos meses operando con normalidad los 12 hoteles que tenemos; y por otro, Europa, que va más rezagada.

¿De dónde prevé que vendrá la mayor demanda este verano?

En todos los países el principal mercado va a ser el nacional. Dicho esto lo que estamos detectando en las últimas dos o tres semanas es que a medida que se vaya controlando la vacunación empieza a haber más viajes dentro del propio continente. Veremos más europeos viajando a Europa, norteamericanos a América y chinos a Asia. Seguro que tendremos alemanes y franceses, que está creciendo de forma muy importante, y británicos si conseguimos poner el semáforo en verde como ya ha hecho Portugal.

El sector denuncia las escuetas ayudas al turismo. ¿Espera que el Gobierno apruebe alguna medida más contundente?

Estoy muy poco esperanzado. El año pasado el sector turístico perdió más de 116.000 millones. Y el primer trimestre de 2021 ha sido desastroso debido a la tercera ola, las restricciones y las nuevas cepas. Se hace imprescindible un plan de ayudas directas urgente. Los Ertes y la financiación del ICO, que no son ayudas porque hay que devolverlas, han sido igual que para todos los sectores. Meliá tiene 187 hoteles en el país y ha recibido 200.000 euros. Con eso se dice todo, sobre todo si se compara con las ayudas en otros países. Desde Exceltur hemos trasladado un plan de 5.300 millones para el turismo que se vería incrementado en 3.000 millones si se tuviera en cuenta la restauración. Lo que pretendemos es menos de lo que nos están dando otros gobiernos donde el porcentaje del turismo en el PIB no tiene el peso que en España. Al final las ayudas son la cobertura de gastos no ajustables a la caída de ingresos sufridos. El sector hotelero ha perdido el 70%, pero touroperadores y agencias de viajes en muchos casos superan el 90%.

¿Qué medidas demandan?

Lo primero sería un plan de rescate de ayudas directas. Y es necesario que trabajemos entre todos en un plan estratégico del turismo. España no tiene un problema de competitividad turística. El World Economic Forum nos ha colocado en los últimos seis años -antes de 2020- como el sector turístico más competitivo del mundo. No tenemos un problema estructural y tenemos una oportunidad única que nos brinda el coronavirus. Todas las competencias en materia de turismo están transferidas a las comunidades autónomas y, por lo tanto, tenemos 17 estrategias. Hay que establecer un acuerdo marco a nivel gobierno. Además, con las ayudas de los fondos europeos debemos avanzar en la digitalización, la sostenibilidad y la reconversión de los destinos maduros. Eso son los tres pasos: el rescate, definir el modelo que queremos y asegurar que los fondos Next Generation se destinen a ayudar al sector.

"Descartamos completamente el ERE si se extiende la figura de los Ertes"

¿Le consta que el Gobierno trabaje en ese plan de ayudas directas?

No lo sabemos. Es crucial para la superviviencia de muchas empresas que no saben si van a poder cruzar esta última milla de la maratón en que se ha convertido la pandemia. Mucha oferta complementaria no va a poder abrir. No puedo ser competitivo en mis hoteles si no puedo ofrecer temas gastronómico, de comercio, culturales…, todo lo que significa la transversalidad del turismo. En otros países donde el turismo no representa el 14% el PIB hay ayudas directas muy generosas. Y eso es muy importante porque va a hacer que esas empresas sean más competitivas que las españolas, con una cuenta de resultados y un balance mucho mejor.

Hay hoteleras en España que ya han hecho un ERE. ¿Lo descarta Meliá?

Descartamos completamente el ERE, pero siempre y cuando se extienda la figura de los Ertes. Lo que más me quita el sueño es despedir. La recuperación no va a ser de 0 a 100 de un día para otro. Estoy convencido de que se van a extender los Ertes hasta finales de septiembre, aunque debería hacerse hasta final de año. Igual puede ir variando y esos Ertes empeizan a ser estructurales en donde tengamos las mismas facilidades para incorporar o no a las personas y bonificar las cuotas a la Seguridad Social.

"Meliá mejorará 200 puntos la rentabilidad y en ocho años tendrá más de 500 hoteles"

¿2021 será mejor que 2020?

Sin lugar a dudas. El 2020 ha sido el peor de la historia de la compañía en los 65 años de historia. Aún hay una escasa visibilidad y estamos a expensas de medidas. Estamos haciendo presupuestos de tres meses.

¿Esta crisis ayudará a mejorar la rentabilidad futura de las cadenas?

Hicimos un ejercicio que llamamos que del día después en el que nos cuestionamos todo salvo la marca corporativa y los valores de la compañía. Quitamos muchos procesos y pusimos al cliente en el foco, con más digitalización. Hemos trabajado para ser muy eficientes en costes y mejorar los márgenes. En un entorno normalizado, Meliá va a ser mucho más rentable, solvente y eficaz. Podemos hablar de 200 puntos básicos de mejora de ebitda.

¿Planea compras o fusiones?

De momento no hay nada en el radar. El crecimiento pasa mucho por un crecimiento orgánico, muy relacionado con el mundo vacacional. En el futuro tendremos más hoteles en propiedad, pero porcentualmente al número de establecimientos serán menos. Queremos crecer en la gestión, con franquicias. Estamos cerca de los 400 hoteles y en ocho años no sería descabellado estar por encima de los 500.

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