Empresas y finanzas

El proveedor tecnológico de Silicon Valley nacido de un ERE del Covid

  • La firma de entradas online Eventbrite cerró su oficina alicantina por la crisis
  • Sus trabajadores crearon Devaway, que desarrolla proyectos para 'startups'
  • La firma de Villena había saltado al 'ticketing' con los torneos de tenis de Ferrero
Las instalaciones de la empresa en Villena.
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En apenas días el coronavirus transformó la realidad cotidiana de todos. Aún hoy, un año largo después de su irrupción, muchas actividades siguen completamente paralizada. Entre las víctimas de la crisis sanitaria se encuentran las grandes plataformas para la gestión y venta de entradas online de eventos presenciales, como la estadounidense Eventbrite.

Con la pandemia y la suspensión de conciertos, festivales y de todo tipo de actos culturales y deportivos el grupo que cotiza en el Nasdaq vio como pasaba de facturar un millón de dólares diario a cero.

Una sangría económica a la que el verano pasado decidió hacer frente con el recorte de plantilla del 50% y el cierre de algunas de sus oficinas. Entre ellas su centro de desarrollo de ingeniería ubicado en Villena (Alicante), que había incorporado tras la compra de la española Ticketea en 2018.

"Pasamos de tener planes para llegar a duplicar la plantilla al inicio de 2020, a estar todos incluidos en un ERE después de que la empresa entrase en modo supervivencia en abril", relata Carlos Pérez. La delegación alicantina, que entonces tenía 22 trabajadores y había nacido dos décadas antes para desarrollar software.

Con el anuncio del cierre, él y la mayoría de sus compañeros decidieron empezar de cero una nueva aventura, a través de una cooperativa bautizada como Devaway. "Se ha demostrado que teníamos más cultura de oficina que de empresa, lo que más nos fastidiaba era dejar de trabajar juntos y 15 decidimos lanzarnos a lo que podía parecer una locura", comenta.

"Por nuestros contactos y nuestra experiencia en Estados Unidos vimos que había una oportunidad desarrollando proyectos a medida para las startups de Silicon Valley que han logrado financiación para su fase inicial pero son poco más que una idea de su emprendedor", explica Pérez.

Precisamente la gran demanda de estos desarrollos de ingeniería ante la fuerte inversión del sector tecnológico en todo el área de San Franciso ha disparado sus costes en Silicon Valley, lo que permite a la firma recién creada ser muy competitiva desde Villena, con la garantía de haber trabajado durante años para una tecnológica de allí y un socio local, Embersea, creado por un antiguo directivo de Eventbrite. "En ese tipo de startups es donde podemos tener más impacto, si vas a una empresa más consolidada ya tiene sus propios ingenieros y los plazos son más largos. Así nos convertimos en sus socios e incluso nos pagan una parte en acciones suyas".

Duplicar plantilla

En apenas unos meses ya han sido contratados para cerca de una decena de proyectos, no solo en San Francisco, también en Australia. "No habíamos cobrado la indemnización y ya teníamos algún proyecto", comenta Pérez. Su objetivo este año es situarse en 1,2 millones de negocio y pasar de 21 personas hasta 50 personas en 2022, con el doble de proyectos.

No es la primera iniciativa como emprendedor de Carlos Pérez, que fue uno de los fundadores de Telémaco, la firma que adquirió primero Ticketea y luego Eventbrite. La empresa que arrancó con clientes locales de la comarca de Villena derivó hacia las soluciones de entradas online por la demanda de uno de sus clientes más famosos, el tenista Juan Carlos Ferrero y su Academia de Tenis de Villena. "Cuando Ferrero asumió el Open de Valencia desarrollamos para el torneo la solución de gestión de las entradas".

Año a año la firma iba introduciendo mejoras y ampliando la solución. Su eficacia le llevó a otros torneos de tenis como el Godó en Barcelona, el Open de Madrid y la Copa Davis en España, y hasta en otros deportes, como atletismo o esquí. "Nuestro mayor reto fue el Mundial de Balonmano de España en 2013, que supuso facturar casi 4 millones y gestionar el aforo en grandes recintos en toda España y fue lo que nos hizo ver que teníamos una plataforma de referencia", recuerda Pérez.

Su solución tecnológica no pasó desapercibida y en 2014 Ticketea compró la firma. Un acuerdo que no fue una mera compra, ya que aprovechó sus desarrollos para extenderlos a su propia plataforma de venta de entradas de teatro, conciertos y todo tipo de eventos. Además, mantuvo las instalaciones de Telémaco como su departamento de ingeniería y desarrollo propio, algo que repitió posteriormente Eventbrite cuando en 2018 compró Ticketea.

El caso de éxito

La carta de presentación fundamental para entrar en las 'startups' de Silicon Valley es contar con casos de éxito. Y en su corta vida Devaway ya puede presumir de haber contribuido a que uno de sus clientes, Novi Connect, haya logrado cerrar una ronda de financiación de 10 millones de dólares. Esta plataforma ofrece tanto a fabricantes químicos como a marcas cosméticas y distribuidores información sobre la composición de los productos y posibles componentes alternativos.

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