El Banco Central Europeo (BCE) está en una fase aún muy embrionaria de la puesta en marcha del euro digital como alternativa al dinero físico, en un momento en el que los ciudadanos utilizan cada vez más medios de pago electrónicos en su día a día. No obstante, el euro digital, no es una criptomoneda, porque, a diferencia de estas, su valor no fluctuará en el mercado y, además contará con el respaldo de los reguladores, hecho del que hoy por hoy carecen las criptomonedas y de ahí su incertidumbre al respecto y el miedo a que el incremento de su uso pueda llegar a desestabilizar al sistema financiero. Varios de los primeros ejecutivos de los bancos online que operan en nuestro país ya pronostican que el euro digital, una vez se ponga en marcha y algo que consideran que no será en una realidad muy lejana, sino en el medio plazo, acabará sustituyendo a la moneda física hasta llegar, con el tiempo, a su total desaparición.
Esta es una de las conclusiones que se alcanzó en la jornada celebrada este jueves bajo el título 'Las nuevas tendencias de la banca', organizada por elEconomista con el patrocinio del Grupo OESÍA. El encuentro contó con la bienvenida del presidente ejecutivo del Grupo OESÍA, Luis Furnells, y el discurso inaugural de la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado. Asimismo, después tuvo lugar una mesa de debate en la que participaron el consejero delegado de Openbank (grupo Santander), Ezequiel Szafir; el consejero delegado de ING para España y Portugal, Ignacio Juliá Vilar; el consejero delegado de Imagin (grupo CaixaBank), Benjamí Puigdevall; la directora general para España y Portugal de N26, Marta Echarri; el director general de Deutsche Bank en España, Fernando Sousa; y el presidente ejecutivo de Grupo OESÍA, Luis Furnells.
Ezequiel Szafir aseguró que la desaparición del dinero en efectivo es beneficioso para terminar con la economía sumergida. "Nos interesa que se acabe porque nos obliga a los que pagamos impuestos a pagar más", dijo, para añadir que "el cash se acaba". Además, aseguró que es importante que las monedas digitales tengan un banco central detrás porque si no son un elemento de trading entre comprador y vendedor. En la misma línea, Marta Echarri, se mostró convencida de que el euro digital aterrizará más temprano que tarde y con él llegará el fin del dinero en efectivo.
Benjamí Puigdevall (Imagin): "Las entidades digitales y las sucursales no son modelos excluyentes"
Por su parte, Fernando Sousa, destacó que el euro digital, de momento, no pretende sustituir al físico, sino ir en paralelo. "Funcionar fuera de lo digital, es tener un euro en el bolsillo y la confidencialidad de me gasto el dinero y el banco no tienen que saber dónde me lo gasto, la idea es que conviva no que lo sustituya", apuntó. Mientras que Ignacio Juliá, de ING, hizo un punto de inflexión en cómo la digitalización está cambiando el comportamiento de los clientes y cómo usan los medios de pago. Así, recordó que el porcentaje de transacciones con tarjetas en el móvil va subiendo, mientras disminuye el uso de los cajeros. No obstante, hizo hincapié en que aún hay que garantizar el acceso al efectivo en las zonas más rurales.
Ignacio Juliá (ING): "Creemos que la combinación de lo digital y lo humano es muy relevante"
Por otro lado, la mesa de debate también trató sobre cómo la pandemia ha acelerado la digitalización de la sociedad, y con ella la de los clientes bancarios, alcanzando niveles que de lo contrario hubiera costado cinco años lograr. La banca online es cien por cien segura y la inversión de las entidades tradicionales en su desarrollo tecnológico es cada vez mayor. Sin embargo, esta inversión -que por otro lado y por primera vez en 2021 no se descuenta del capital de la banca- también tiene que ir acompañada de un esfuerzo potencial en ciberseguridad para lograr evitar que la delincuencia a través de los canales online adelante a la protección de los mismos. Luis Furnells destacó al respecto que, aunque la banca digital es "completamente" segura, los usuarios y también los empleados deben ser precavidos y eso pasa por concienciar, formar y explicar. "Tenemos un reto por delante, de la misma manera que tenemos que invertir para innovar, también hay que innovar para concienciar e invertir en seguridad. Cualquier terminal que tenemos conectado a la red es susceptible de ser objetivo de un hacker y es una puerta de entrada a nuestro sistema. Si queremos ganarnos la confianza de nuestros clientes, tenemos que seguir invirtiendo en la parte de la ciberseguridad", aseveró.
Grandes tecnológicas
Asimismo, los ponentes debatieron el papel de las grandes tecnológicas y las fintech en el sector financiero como una posible amenaza al negocio. Para Benjamí Puigdevall, el que se quede quieto viendo venir a las tecnológicas tiene un problema y está en riesgo. "La reacción debe ser intentar plantar cara a las propuestas de las grandes firmas digitales", dijo. Por su parte, el director general de Deutsche Bank en España aseguró que desde la entidad ven la entrada de las tecnológicas como una gran oportunidad. "A nivel europeo se ha llegado a un acuerdo con Google y vemos enormes oportunidades, es una alianza. Evidentemente, sí parece que las grandes tecnológicas, de momento, debido a la regulación y a lo terrible que es el negocio con tipos negativos, no sé si están tan interesadas en ser un banco como colaborar con un banco", relató.
Ezequiel Szafir (Openbank): "El dinero digital acabaría con la economía sumergida"
Respecto a las fintech, Sousa aseguró que en la actualidad se ven adquisiciones de estas compañías tecnológicas por parte de las entidades. "Los bancos se están convirtiendo en fintech y lo que en principio era una amenaza para la banca, se está transformando en una amenaza para las fintech. Las fintech atacan a los bancos, y hacen bien, pero los bancos también atacan a las fintech", concluyó.
El cada vez mayor uso de la banca online por parte de los clientes también plantea cuál va a ser el futuro de las sucursales y si, al igual que el dinero en efectivo, están encaminadas a la desaparición. El consejero delegado de Imagin apuesta por que no es cuestión de utilizar solo un canal u otro, la propuesta puede ser omnicanal y cien por cien digital. "No son excluyentes, son dos modelos distintos, cada modelo tiene su atributo y ahora la mayoría de la población en España usa modelos de banca omnicanales, con crecimientos relevantes en mundo digital, pero no excluyente, un cliente busca proximidad y propósito en una organización, valores más allá del puro negocio", explica. Para Fernando Sousa, los clientes no demandan únicamente lo digital, ni sólo la oficina; quieren un buen equilibrio entre comodidad y asesoramiento personal. "Es un mix, no solo clientes en lo digital, pero tampoco en la sucursal", afirma, poniendo en valor el papel de las oficinas que se centra en el puro asesoramiento.
Marta Echarri (N26): "El cliente está en el centro y decide la relación que quiere tener con su entidad"
El consejero delegado de ING para España y Portugal asegura que esa cuestión hay que abordarla desde las necesidades de los clientes. "Desde ING creemos en la necesidad de lo humano, en la personalización de las cosas", revela, al mismo tiempo que explica que el banco cuenta con 29 puntos físicos. "Hay productos más difíciles por los que el cliente necesita ir de la mano, como en hipotecas o inversión, puede ser en remoto o en oficinas, cada uno debe elegir que ayuda más", dice. A su juicio, es muy relevante la combinación de lo digital y lo humano. La directora general de N26 en España y Portugal asegura que la entidad cubre esa necesidad del cliente de ir acompañado con un servicio los siete días de la semana desde las 7 de la mañana hasta las 11 de la noche. "Los millennials prefieren ir al dentista que a la sucursal. Es domingo, quieres hacer tus deberes con el banco y nosotros estamos disponibles a las diez de la noche, es imbatible ese modelo", apunta. Además, asegura que la tendencia de la banca online de reducir al mínimo las comisiones no la hace menos rentable. "Contamos con un modelo de banco a la carta, tenemos cuentas cero comisiones y luego un modelo de vinculación que incluye más servicios. El cliente está en el centro, toma la decisión de la relación que quiere tener con el banco, si quiere cero comisiones, irá a la cuenta gratuita, y si quiere más servicios pagará una de las tres subscripciones que tenemos", explica.
Regulación asimétrica
Otra de las cuestiones puestas sobre la mesa fue la escasa regulación a la que se someten las compañías tecnológicas frente a la pesada normativa que debe cumplir el sector financiero, que le deja en desventaja en comparación con sus nuevos oponentes. El consejero delegado de Openbank aseguró que el Banco de España está haciendo una labor muy buena con las entidades digitales y ejemplo de ello es el Sandbox, espacio de pruebas controlado, aunque consideró que la clave no está en este proyecto, sino en el día a día, en la simetría, "a misma actividad, mismo control y mismas reglas. Siempre que haya eso, va a ayudar". Además recordó que por fin, este año, la inversión que hace la banca en software ya no descuenta del capital regulatorio, tras dos años de lucha.
Fernando Sousa (Deutsche Bank): "Las fintech atacan a la banca, pero los bancos también atacan a las fintech"
Finalmente, Luis Furnells destacó el papel de la Inteligencia Artificial y el uso del bigdata en la nueva banca. "La Inteligencia Artificial ayudará a hacer las cosas más adecuadas a las expectativas del cliente y el bigdata, pues a medida que aumentemos los modelos matemáticos, va a ser más fácil usar una mayor masa de datos. Son dos elementos más para mejorar la experiencia del usuario y las expectativas que tienen frente a entidades y al resto de la sociedad", dijo.