
Más de 32.000 hectáreas de cultivo bajo plástico conforman, en Almería, la que se considera la huerta de Europa. Un centro de producción intensivo de frutas y hortalizas, dividido en unas 12.500 explotaciones, desde donde se exportan anualmente más de 3,5 millones de toneladas de productos frescos a todo el continente. La agricultura de invernaderos almeriense, que conjuga los últimos avances en eficiencia, la mejora y la investigación continuas, se consolida como un referente en la cadena alimentaria mundial.
Un avance que pasa por el impulso a la economía circular que Ence, como primera empresa de España en producción de energía renovable con biomasa forestal y agrícola, quiere protagonizar. Es por ello que proyecta la construcción, en el corazón de este gigante agrícola, de una innovadora planta de generación de energía renovable con biomasa, que además de ofrecer una solución sostenible a un problema ambiental, generará electricidad verde para contribuir a la transición justa hacia un sistema descarbonizado.
En la zona de Poniente de Almería se generan anualmente un millón de toneladas de biomasa en forma de mata verde o subproducto de invernadero. Aunque parte de estos restos se gestiona mediante compostaje, los gestores locales apenas tienen la capacidad necesaria para valorizar una pequeña parte de los mismos y, por tanto, se está generando un grave problema ambiental con vertidos ilegales e incontrolados a cañadas o escombreras ilegales.
Ence proyecta levantar una nueva planta de biomasa de 36 MW y así valorizar estos restos siguiendo altos estándares ambientales y de seguridad para las personas y el entorno: hasta 660.000 toneladas al año. La planta generará 290.000 MWh al año de energía renovable, y evitará la emisión de 125.000 toneladas de CO2. Su innovador diseño le permitirá no solamente ser un paradigma de economía circular en lo referente a la gestión de estos subproductos, sino también en lo relativo a los recursos hídricos y a su proceso de secado de la biomasa.
Y es que la instalación almeriense contará con una planta de secado de biomasa húmeda que le permitirá tratar la materia vegetal recogida para su almacenamiento posterior a través de un proceso sostenible, obteniendo el calor necesario para ello de la propia turbina de generación eléctrica. Así, será capaz de obtener simultáneamente energía eléctrica y energía térmica útil, lo que la convierte en una de las pocas plantas de cogeneración de gran tamaño sin gas de origen fósil de España. Además, está concebida para retornar gran parte del agua de refrigeración a la red de regantes, minimizando su impacto en los acuíferos, lo que la convierte en paradigma de una gestión hídrica responsable y sostenible.
El proyecto contribuirá a generar un millar de puestos de trabajo
El proyecto precisa de una inversión de 158 millones de euros, y generará, del mismo modo, un importante impulso al empleo y a la actividad económica, ya que se calcula que su actividad contribuirá a generar un millar de puestos de trabajo. A día de hoy, la compañía dispone del punto de conexión a la red eléctrica y del terreno. Además, se han presentado los anteproyectos y separatas a la Delegación Territorial en Almería de Desarrollo Sostenible, a la Dirección General de Energía y al Ayuntamiento de El Ejido, y se ha superado el trámite de exposición pública.
El proyecto de Ence para Almería corresponde a la decidida apuesta de la compañía por un modelo circular, basado en el aprovechamiento sostenible de recursos renovables, como la madera, la biomasa y otras fuentes de energía limpia. Con su actividad, Ence además contribuye a activar otras cadenas de valor en el sector agrícola y forestal, aprovechando los subproductos de sus actividades para generar energía y reduciendo los impactos ambientales derivados de su eliminación incontrolada.
Ence replicará con Almería y su mata de invernadero una labor que ya realiza en el Noroeste de España y Huelva con los subproductos forestales, y en sus plantas de biomasa del centro y sur de la Península con el sarmiento de la vid o el orujillo de los olivos. Se trata de "cerrar el círculo", aprovechar de manera sostenible los recursos que ofrece el medio natural, y establecer las bases de lo que debe ser la economía verde del futuro.