
Augar Rehabilitaciones nació en 2007, en los albores de la crisis financiera y del ladrillo que golpeó España y gran parte del mundo durante años. La empresa guipuzcoana no solo sobrevivió a la crisis gracias a su pequeño tamaño, si no que salió reforzada y desde entonces todo ha sido crecer. Ahora, 13 años después, enfrenta otra catástrofe sanitaria y económica mucho peor, la pandemia del coronavirus, que, de momento, está afrontando airosamente ya que espera cerrar el año con más ingresos y tiene la cartera casi completa para 2021.
La compañía, especializada en la rehabilitación energética de edificios (fachadas), es, además, una de las 47 firmas que ha logrado el certificado a la Gestión Excelente de Informa-elEconomista. Un sello al que han optado 1.300 empresas este año, un 64% que en 2019. José Luis Ausin, gerente de Augar, explica a este diario en una entrevista tras recoger el sello que fundó la empresa con la vocación de introducir nuevas técnicas y tecnologías al sector por lo que se convirtió en la única firma de San Sebastián en hacer fachadas ventiladas hasta 2015, cuando la competencia siguió sus pasos.
P. ¿Qué significa para Augar Rehabilitaciones haber logrado el certificado a la Gestión Excelente?
R. A título personal es un reconocimiento a las cosas bien hechas que nos han permitido llegar hasta aquí. A nivel imagen es importante porque nos ayuda a darnos más a conocer y a diferenciarnos de la competencia, ya que en este sector o bien los vecinos te conocen por referencias o no te conocen. Es un paso más dentro de la estrategia para tener una imagen de marca más fuerte. El problema es que nuestro sector es un sector de piratas, es la verdad. Cuando yo entré pensé que mi gran ventaja competitiva era ser una persona seria que trabaja bien ya que con esas cualidades en un sector de piratas solo te puede ir bien. Y realmente así ocurre.
"Compiten empresas que facturan cinco millones con empresas de 200.000 y el vecino no diferencia a uno que tiene una infraestructura de otro que subcontrata"
Compiten empresas que facturan cinco millones de euros con empresas de 200.000 y el vecino no es capaz de diferenciar a uno que tiene una infraestructura con arquitectos, delineantes, oficinas, furgonetas y almacén, de un albañil con un móvil, que coge la misma obra que puedo lograr yo y que luego la subcontrata de cualquier manera. Son comunidades de propietarios y muchas veces funcionan por precios, y prefieren contratar a alguien muy barato aunque no tenga nada detrás. Y normalmente los vecinos, si no han tenido una mala experiencia, que ya empieza a pasar, pues se lanzan al más barato y el más barato en este sector es peligroso.
"Los ingresos subirán un 20% en 2020 y se esperan varios años buenos"
P. ¿Cómo ha ido la empresa con el coronavirus?
R. Pues aunque parezca mentira para nosotros va a ser el mejor año porque se han dado tres casualidades de la vida, que son surrealista. Es el año en el que más trabajo hay por temas de las inspecciones técnicas de edificios que el Gobierno obliga a realizar, la otra es que por el covid-19 no hemos parado menos los 15 días estrictamente necesarios, y la tercera fue que los trabajadores decidieron cambiar por vacaciones esos días en vez de recuperarlos por lo que en vez de coger las vacaciones en los meses buenos para trabajar, que son los meses de verano, las cogieron en abril, y hemos tenido más productividad si cabe.
P. ¿Cuánto ha crecido?
R. Vamos a facturar un 20% más que el año pasado, cuando también registramos un crecimiento del 20%. Los últimos años hemos ido aumentando la plantilla de dos en dos, este año hemos contratado a otros dos y para 2021 tenemos previsto contratar a otros tantos. Ya tenemos carga de trabajo para el año que viene puesto que nuestros contratos son a un año vista. Solo nos preocupa la cartera de 2022 porque, aunque esperamos tres o cuatro años buenos de actividad, las contrataciones se han visto paralizadas porque no se pueden realizar juntas de vecinos presenciales.