Las crisis económicas suelen afectar a unos colectivos más que a otros. El desempleo, la precariedad laboral y la falta de ahorros, han convertido a los jóvenes, como viene siendo habitual, en uno de los segmentos de población más perjudicados. Y esta crisis actual, no ha hecho más que acentuar la difícil situación de los jóvenes y el acceso a la vivienda.
Antes del coronavirus, el 40% de los jóvenes españoles menores de 34 años vivía con sus padres y la edad media de emancipación era de 29 años, una de las más altas de Europa. Además, según el II Observatorio de la Vivienda en España que realizamos desde la red CENTURY21 España, casi la mitad de los jóvenes entre 18 y 34 años aún vivían en casa de sus padres al ser económicamente dependientes, y de los que estaban emancipados muchos de ellos dependían económicamente de su familia o de su pareja. Si a esto le añadimos una crisis sanitaria como la actual, en la cual todavía nos encontramos inmersos y que no sabemos a ciencia cierta cuándo finalizará, resulta inevitable que la edad de emancipación se retrase todavía más.
El alquiler como única opción
En 2019, 6 de cada 10 jóvenes de 18 a 24 años y 4 de cada 10 de 25 a 29 años seguía viviendo con sus padres por la falta de recursos económicos. Esto lleva a que 8 de cada 10 afirmaron que no vivían donde les gustaría. El motivo principal es y sigue siendo la falta de oferta de viviendas cuyos precios se ajusten a su capacidad económica. Y es que, pesar de que un 40% de estos jóvenes trabajen sus ingresos no son suficientes para vivir de forma independiente, impidiéndoles tener la casa deseada.
Los datos del Observatorio también indicaban que la vivienda en propiedad sigue siendo la opción preferida por 8 de cada 10 jóvenes encuestados, frente a un 20% que elegirían vivir de alquiler. Sin embargo, la realidad es que el 2 de cada 3 jóvenes emancipados viven en una casa de alquiler. Por lo que el alquiler se muestra como la mejor opción en la primera etapa del proceso de la emancipación, pero es encarado como una alternativa temporal.
Posibles soluciones
Partiendo entonces de la escasa oferta de viviendas en alquiler para los jóvenes a un precio asequible para su disponibilidad financiera, sería interesante incrementar el parque público de vivienda en alquiler a disposición de estos colectivos más vulnerables sea en obra nueva o a través de la reconversión de edificios públicos desocupadnos o subutilizados en soluciones de vivienda asequible, además de incrementarse los proyectos de obra nueva o la rehabilitación de edificios pensados para la clase media y jóvenes de España.
Adicionalmente, en estas ciudades los apartamentos turísticos se están incorporando al mercado del alquiler residencial. La mayoría de estos inmuebles son estudios o pisos de 1 o 2 dormitorios ubicados en las zonas céntricas que encajan por tipología en las necesidades de este grupo poblacional. Pero el gap entre el precio y el poder adquisitivo sigue siendo muy alto.
Lo que sí se ha notado de forma destacada es el cambio que se está produciendo en cuanto a las preferencias: es notable el aumento de las transacciones en los mercados de extrarradio y en ciudades secundarias. El elevado coste de las viviendas en el centro de las ciudades, así como las aglomeraciones y el bullicio han puesto sobre la mesa la opción para este segmento joven de la población de trasladarse a las afueras que puede ser más accesible para su poder adquisitivo y les permite ganar en calidad de vida.
Compromiso del sector inmobiliario
Todos los que formamos parte del sector inmobiliario, tanto desde el ámbito público como del privado, debemos tener la capacidad de poder proporcionar a los jóvenes españoles alternativas flexibles y accesibles, adecuadas a sus condiciones económicas, sus expectativas, sus hábitos de convivencia y los procesos de transición hacia la vivienda definitiva.
Actualmente, el sector privado tiene claro que hay una clara oportunidad de inversión en vivienda con precios de venta y alquiler ajustados para la clase media y los jóvenes. De hecho, hay muchos proyectos en estudio y otros que ya están avanzando. Aun así, el 2021 va a seguir siendo un año difícil para los jóvenes porque muchos de los proyectos de obra nueva dirigidos a este colectivo estarán disponibles a finales del año y/o a lo largo del 2022.