Panzani, la filial francesa de Ebro Foods, ha despertado el interés de diferentes inversores. Por el momento, el banco de inversión Rothschild se ha acercado al grupo español para que analice las diferentes opciones estratégicas y ver si estaría interesado en desprenderse de esta división tras las desinversiones acometidas en Estados Unidos. La filial estaría valorada en torno a 400 millones de euros, según han explicado fuentes financieras a elEconomista. La transacción, según las mismas fuentes, se coordinaría desde Francia, donde Panzani ocupa una posición de liderazgo. La compañía asegura, sin embargo, que no hay ninguna operación en marcha.
El grupo Ebro alcanzó un acuerdo para adquirir la totalidad del capital de Panzani, en manos de Financiére Panzani (Pai Partners) y el equipo directivo, en febrero de 2005 por un importe de 639 millones de euros. Del montante total, 337 millones correspondían a la transacción mientras que los 302 millones restantes integraban la deuda neta que asumió el gigante alimentario español.
En los últimos meses, como consecuencia de la pandemia del coronavirus y los confinamientos, la demanda de los productos Ebro (la compañía es líder mundial en arroz y segundo en pastas) ha aumentado de forma exponencial, lo que ha hecho que muchos inversores busquen oportunidades en la industria alimentaria, que se consolida como valor refugio.
Rotación de activos
De hecho, en los últimos dos meses la compañía ha materializado varias desinversiones en el mercado norteamericano. Así, el pasado 5 de noviembre su filial Riviana Foods acordó la venta de determinados activos de su negocio de pasta seca y noodles en Estados Unidos a la sociedad American Italian Pasta Company, una compañía de TreeHouse Foods. La operación incluyó además de un conjunto de marcas las plantas de Fresno y Winchester, quedando dentro de la compañía la de Saint-Louis.
Y en la misma línea, unos días antes, en octubre firmó un acuerdo con la italiana Barilla para venderle por 165 millones de dólares canadienses (unos 105 millones de euros al cambio actual) su división de pasta seca en Canadá, incluyendo las marcas Catelli, Lancia y Splendor, así como una fábrica en Montreal.
En este contexto, los interesados en hacerse ahora con Panzani serían tanto fondos de capital riesgo que quieren crecer en este nicho de inversión como otras compañías del sector que pueden aprovechar sinergias entre los negocios, tal y como ha ocurrido en sus últimas desinversiones.
Mercado francés
La compra de la filial de la empresa que preside Antonio Hernández Callejas por parte de la entonces Ebro Puleva al fondo galo Pai Partners supuso el desembarco de la española en el mercado francés. Con la operación, no sólo pasó a integrar sus marcas, sino que le permitió aprovechar todos los canales comerciales que tenía Panzani en Francia. Respecto a la facturación, y pese a la buena evolución de este negocio en los últimos años, en el ejercicio de 2019 la filial francesa de Ebro registró un menor volumen de ventas por su política de reducción de promociones.
Según los últimos datos de la compañía a la CNMV, el crecimiento del negocio de pasta en Europa ha sido menor que el de Norteamérica "condicionado por estar tanto Panzani como Garofalo próximas a la máxima utilización de sus fábricas. En estas condiciones nos hemos centrado en producir las referencias más demandadas en detrimento de las de nicho".
El mercado norteamericano se ha visto beneficiado precisamente de dejar de hacer determinados productos , lo que les ha permitido "poder satisfacer un aumento enorme de la demanda lo que, aunado a una acertada política de precios y a la dilución de costes fijos, permite mejorar sensiblemente la rentabilidad", según explicó el grupo.