Janssen y Viiv llevarán al mercado europeo un nuevo tratamiento contra el VIH. Se trata de la primera vez que dos compañías se alían en este campo (más allá de que Viiv naciera de la alianza entre Pfizer y GSK) para conseguir ofrecer una innovación que constará de un medicamento de cada compañía.
La nueva terapia será aprobada por la Comisión Europea y viene bajo los nombres de Rekambys (Janssen) y Vocabria (Viiv). Se trata de un tratamiento de continuidad que ha demostrado la misma eficacia y seguridad que los medicamentos que existen ya en la terapéutica española. La novedad viene por su vía de administración (son inyecciones), que podría significar una mejora en la adherencia al tratamiento. La única salvedad es que funciona una vez controlada la carga viral, un primer abordaje que se realiza a los pacientes con VIH y que se suele conseguir a los tres meses de tratamiento.
Hoy por hoy, existen varios medicamentos comercializados. La mayoría de ellos son una pastilla que se toma de forma diaria en casa. Bajo los nombres comerciales de Biktarvy (Gilead), Triumeq (ViiV) o Symtuza (Janssen), son píldoras que aúnan tres principios activos. Según los especialistas consultados, entre estos medicamentos el que más se utiliza es el fármaco de Gilead.
El pasado mes de enero llegó a España una novedad de la mano de Viiv, Dovato, que además se fabrica en Aranda del Duero. También es una pastilla que se toma a diario, pero en esta ocasión consiguió los mismos perfiles de seguridad y eficacia con solo dos principios activos, en lugar de tres que contienen los medicamentos previamente citados. Gracias a que redujo el precio del tratamiento (de los 980 de Biktarvy, otorgados por la Comisión Interministerial de Precios a los 637 de Dovato), este régimen ha ido ganando posiciones de mercado. Con todo, los especialistas consultados reconocen que hay debate entre el uso de uno u otro medicamento.
Ahora llegarán a España el tratamiento de Janssen y Viiv a competir con lo existente. A expensas de saber cuál será el precio en España, que es la principal barrera de acceso cuando los ensayos clínicos demuestran perfiles de eficacia y seguridad similares, una de las ventajas de este fármaco será que facilitará el seguimiento y la adherencia. Según explican los médicos, no es igual que un paciente reciba su medicación para unos meses y se la tome a diario en casa que se acuda al hospital (una vez cada dos meses) a recibir una inyección. En el caso de que el hospital oferte todos los medicamentos, será el paciente el que pueda elegir si refiere una pastilla diaria o una inyección cada dos meses, según explican los especialistas.
