IBM ha presentado este lunes al cierre de la sesión bursátil sus resultados del tercer trimestre del año, donde ha vuelto a demostrar la fragilidad de sus ventas, una tónica habitual para la compañía. Así, ingresó un 2,5% menos comparado con el tercer trimestre del pasado año, al quedarse en 17.560 millones de dólares frente a los 18.030 millones del mismo periodo de 2019.
Por otra parte, el beneficio neto ascendió a 2.300 millones de dólares, o 2,58 dólares por acción, en línea con lo esperado por los analistas pero por debajo de los 2,68 dólares del pasado año.
Sus servicios de tecnología global han menguado hasta los 6.500 millones de ingresos, aunque ha aumentado en su división de software cognitivo y de la 'nube' hasta los 5.600 millones. En ambos casos la compañía se situó ligeramente por encima de las previsiones de los expertos.
Los inversores no han tomado bien los resultados entre julio y septiembre, que establecen 33 trimestres casi consecutivos de menores ingresos que un año antes, a excepción de 4 ocasiones. Así, durante las operaciones bursátiles electrónicas posteriores al cierre de la sesión, la tecnológica se deja un 3%. En lo que va de año, las acciones de la compañía caen más de un 6%, mientras el Dow Jones se deja un 1% y el Nasdaq Compuesto sube un 28%.