
Los costes económicos que está cobrándose la pandemia aumentan pero hay una factura que hasta ahora no se ha tenido en cuenta: el precio de la atención hospitalaria a los enfermos. Es difícil trazar un camino hasta el valor final porque el valor de los servicios sanitarios públicos no está publicitado, pero un primer acercamiento llevaría a situar esta cifra sobre los 2.300 millones desde marzo hasta hoy.
Para calcular estos datos primero hay que concretar el precio de la estancia en una cama de planta de hospital y otra de UCI. Para ello se han escogido los datos publicado por el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) que están actualizados a 2020. Un día de cama en un hospital público tiene un valor e 986 euros al día (todo incluido) mientras que la estancia en una Unidad de Vigilancia Intensiva asciende a 1.713 euros.
Una vez hallado estos datos, hay que ir al estandar o media de permanencia en un hospital que sufre un paciente con coronavirus.El Centro Europeo de Control de Enfermedades establece una primera pista: cuatro días después del ingreso hospitalario se entra en UCI (los pacientes que empeoran). En marzo, en España, la media de estancia en UCI llegó a los 25 días, a los que había que sumar unos doce en planta que requería ese paciente de gravedad. Además, a los pacientes que no necesitaban cuidados intensivos, se les solía tener unos doce días en la planta del hospital, hasta que dieran negativo.
Según los datos del Ministerio de Sanidad, han necesitado hospitalización desde el comienzo de la pandemia 151.155 personas (datos del 2 de octubre). De ellos, han requerido UCI 13.694 pacientes.Con estos datos descritos, los pacientes menos graves han generado una factura de 1.750 millones de euros, mientras que los más perjudicados suman 584 millones. La suma de ambas cantidades establece esos 2.300 millones de euros mencionados.
Las compras de material que llevó a cabo el Gobierno de España supusieron 1.000 millones
Sin embargo, estos cálculos tienen sus restricciones. Una de ellas es que no se ha podido incluir el coste farmacológico que requiere un paciente con Covid. Una de las razones es que no existía un estándar de tratamiento al comienzo de la pandemia, si bien hoy por hoy los médicos tienen un protocolo más certero. Uno de los medicamentos estrella, de hecho el primero en ser aprobado para el Covid, es remdesivir. De él sabemos que el precio del tratamiento ronda los 2.000 euros, pero sumarlo a la factura no sería correcto. Una de las ventajas de este fármaco es que en un 65% de los casos reduce la estancia media en la UCI, por lo que su precio también generaría un ahorro. De hecho, la propia compañía comercializadora, Gilead, cifró en unos 10.000 euros lo que el fármaco podría ahorrar a los sistemas sanitarios.
También es cierto que en este cálculo no se han tenido en cuenta la ingente cantidad de material médico que se tuvo que comprar, además en unas condiciones de mercado muy adversas en cuestiones de precio. Además de las compras realizadas por cada comunidad autónoma, se conoce que el Ministerio de Sanidad invirtió algo más de 1.000 millones de euros en compras, desde mascarillas a respiradores. También habría que sumar otros gastos extra como los que pudieron significar el montaje de los hospitales de campaña. En cualquier caso, también es cierto que no son variables imputables a una factura generada por el tratamiento propio de la enfermedad.
Cifras similares en la privada
Los costes de cama de hospital y de UCI expuestos anteriormente son similares a los que ofrece la sanidad privada, o al menos parecidos a los que se le ha reconocido de manera oficial. Dentro de las negociaciones del sector con las administraciones públicas, se puede consultar el acuerdo al que llegaron con la Generalitat de Cataluña. Según el Decreto Ley publicado el pasado 10 de abril, la comunidad autónoma estableció abonar el alta hospitalaria con estancia en UCI para paciente con covid en 43.400 euros. Presuponiendo la estancia media de 25 días, la cifra sería de 1.740 euros al día. Por su parte, la estancia en cama hospitalaria sin necesidad de UCI se abonó a 5.000 euros, suponiendo una estancia superior a 72 horas, algo normal en los pacientes con coronavirus, cuya estancia media era de 12 días.
Unos costes a la baja
Los cálculos descritos hasta ahora, sobre todo en lo relativo a la estancia hospitalaria, responden a los datos medios establecidos para la primera ola del coronavirus. En la actualidad hay un conocimiento muy superior del comportamiento del virus, así como de cómo evitar su propagación. Un ejemplo simple pero que conlleva un gran grado de ahorro es que ahora ya no se mantiene en planta a ningún paciente más de seis días, a menos que empeore o tenga alguna circunstancia extraordinaria. El resto de la cuarentena la pasa en casa y eso conlleva un ahorro diario de cama de planta hospitalaria.
También se ha conseguido disminuir la estancia media en UCI, si bien este es un dato poco consolidado debido a las diferencias en la presión vírica de ambas olas pandémicas. Algunos profesionales sanitarios hablan de 16 días de máximo, en lugar de los 25 de media de abril, consecuencia también del conocimiento farmacológico que se dispone ahora frente al virus. Por último, también ahora no hay presión por falta de material.