Unos nueve años después de que la Guardia Civil irrumpiera en el Palacio de Longoria y se llevara detenido al, hasta entonces, eterno jefe de la SGAE, Teddy Bautista, arranca el juicio en la Audiencia Nacional por el presunto saqueo de la entidad. Desde entonces, julio de 2011, la SGAE ha tenido unos siete presidentes y sus luchas internas y escándalos han copado cientos de titulares.
El juicio, que comenzó hoy por la mañana con las cuestiones previas (se acordó excluir a Hermés Calabria del ejercicio de la acusación particular) y se prevé que se alargue hasta diciembre, determinará si Bautista, su mano derecha, José Luis Rodríguez Neri, y otros ocho acusados pusieron en marcha "una sofisticada estratagema para derivar masivamente fondos" de la SGAE a tres entidades con el objetivo de enriquecerse ilícitamente. El martes empezarán las primeras declaraciones.
El fiscal les acusa de crear "una sofisticada estratagema para derivar masivamente fondos" de la SGAE
Bautista se juega siete años de cárcel por un delito de apropiación indebida o, alternativamente, de administración desleal, mientras que el fiscal pide para Rodríguez Neri 12 años y medio de prisión, por ese mismo delito, al que se añaden falsedad de documento mercantil y asociación ilícita. Es decir, 19 años y medio entre los dos. El colaborador de Neri, Rafael Ramos, también se juega 12,5 años por los mismos delitos. En este punto, la Fiscalía reclama que se resarza a la SGAE con 47,5 millones por el perjuicio económico causado.
Tras estallar públicamente el caso Saga en 2011, se contrató una Comisión de Investigación, presidida por el magistrado excedente del Supremo Ramón López-Vilas, que concluyó que entre 1997 y 2011 se habían desviado 87 millones de euros de la SGAE de forma ilícita a tres sociedades vinculadas con Neri: SDAE, Microgénesis y Portal Latino. Neri es el fundador de Microgénesis, y era el director general y único empleado de SDAE y accionista hasta 2004 de Portal Latino.
Unos 71 millones fueron canalizados desde la SGAE a las cuentas de Mircrogénesis
De esta cantidad, 71,4 millones fueron canalizados desde la SGAE hasta su brazo tecnológico y ahí pasaron a engrosar las cuentas de Microgénesis a través de diferentes vías: Teseo (25,1 millones) y otras plataformas (13,9 millones); préstamos y pólizas (1,3 millones); ampliación de capital (11,4 millones); compra de las oficinas de Abon Terradas -sede de SDAE y Microgénesis- (8,8 millones) y varios (10 millones). Y es que, según se desprende de la investigación, que se ha instruido durante siete años, Neri asignaba arbitrariamente a Microgénesis decenas de millones de euros para el desarrollo de supuestas soluciones tecnológicas.
La Sociedad Digital de Autores (SDAE) se creó en el año 2000 para desarrollar un Teseo, un programa destinado a incrementar la recaudación de la SGAE por los derechos de autor. Ese objetivo lo consiguió, ya que esta se multiplicó, pero se dejó sin desarrollar la pata para identificar a los legítimos propietarios de los fondos.
En este punto, la acusación defiende que SDAE "desde el comienzo fue concebida como un mero artificio, sin existencia real, sin actividad propia y sin empleados". Su única finalidad era firmar contratos con la SGAE para, ese mismo día, firmar otro idéntico con Microgénesis, "burlando el marco estatutario y los mecanismos de control" de la entidad. Entre 2001 y el 2011 la SGAE pagó a la SDAE al menos 57,15 millones.