
César Alierta, presidente de la Fundación Telefónica y ex presidente de la compañía, se encuentra ingresado en un hospital de norte de Madrid en situación de coma inducido desde el pasado lunes. El ejecutivo, de 75 años, sufrió una parada cardíaca a mediados del pasado julio y desde entonces permanece ingresado en la unidad de cuidados intensivos. La situación ha empeorado esta semana, con especial intensidad en las últimas horas, según ha podido saber elEconomista de fuentes próximas al empresario aragonés.
César Alierta ha sufrido diversos episodios cardiovasculares en el último año, entre ellos una angina de pecho. También ha superado diversas intervenciones quirúrgicas para desobstruir las arterias coronarias a través de stents.
Las dolencias tornaron esta semana en una situación de parada cardiorespiratoria, lo que provocó el referido coma inducido, terapia por la que se logra atenuar el consumo de oxígeno y la actividad cerebral hasta niveles mínimos.
Desde su relevo en la presidencia de la teleco, anunciado el 26 de marzo de 2016, Alierta se ha centrado en sus dos grandes pasiones: la actividad filantrópica, liderada por la Fundación Telefónica, incluida la iniciativa Proniño y después Profuturo, con inversiones que en el último año superaron los 90 millones de euros; y el apoyo financiero al club de fútbol de sus amores, el Real Zaragoza. De hecho, en la actualidad Alierta es el accionista mayoritario del club maño a través de la Fundación 2032, junto a la familia De Yarza, propietaria del grupo de comunicación Henneo y matriz del periódico El Heraldo de Aragón. También, junto con otros empresarios afines, el empresario adquirió la estación de esquí oscense de Candanchú a través de la sociedad Ibernieve Aragón.
Abogado de formación e inversor de vocación, Alierta ha desempeñado puestos de liderazgo en el desaparecido Banco Urquijo (integrado en el Banco Sabadell) hasta que fundó el Grupo DZ Especialistas y posteriormente Beta Capital. José María Aznar, ex presidente del Gobierno, le confió la presidencia de Tabacalera para dirigir la fusión con Seita que dio lugar a la actual Altadis. Del tabaco accedió a la presidencia de Telefónica en la primavera de 2000, en sustitución de Juan Villalonga. Y ha sido en la multinacional de las telecomunicaciones donde Alierta ha desplegado todas sus habilidades directivas para convertir a este grupo en una de las mayores compañías de telecomunicaciones del mundo, con especial presencia en Latinoamérica. Bajo su dirección, Telefónica emprendió el viaje de la telefonía móvil y la banda ancha, así como la apuesta primero por el ADSL y después por la fibra óptica.