Lleva tiempo queriendo meter un buen zarpazo al sector eléctrico y ésta puede ser su gran oportunidad. Juan Miguel Villar Mir, dueño del grupo que lleva su nombre, ha puesto sus ojos en los activos eléctricos que deberá vender Gas Natural por la compra de Unión Fenosa. En concreto, el empresario stá interesado en los 2.000 megavatios de generación de electricidad de ciclo combinado que Competencia ha obligado a la gasista a vender.
Estos activos son complementarios con la primera pica que puso Villar Mir, que hace un año creó su propia filial energética bajo el nombre GVM Energía, en este negocio: la planta de regasificación de cuatro bcm (miles de millones de metros cúbicos) y de dos ciclos combinados, que sumarán una capacidad total instalada de 900 megavatios, ubicada en el puerto exterior de Huelva y bautizada como Energas.
Además, los intereses del empresario, en el negocio energético se circunscriben a la actividad eléctrica. Al menos por el momento, Villar Mir prefiere descartar aventuras en gas y petróleo. Otro punto que siempre tiene en cuenta a la hora de abordar aventuras en este negocio es que los activos que vaya a adquirir tengan cerca una planta industrial de Ferroatlántica, otra filial de Grupo Villar Mir, para aprovechar las sinergias.
1.800 megavatios instalados
Este planteamiento también está en línea con el resto de proyectos que ya tiene en marcha. Por una parte, destaca un parque eólico off-shore, con una capacidad total instalada de 500 megavatios, que tiene en construcción y que se desarrollará en varias fases.
Pero mucho más estratégicos para el grupo son tres centrales hidroeléctricas que la compañía estudia construir en Sichuan (China), con una capacidad total de 400 megavatios.
Sólo con los proyectos que ya tiene en cartera, GVM Energía se ha garantizado contar con 1.800 megavatios de potencia instalada. Pecata minuta para las intenciones del ex ministro, que aspira a crear un grupo de referencia dentro del mercado nacional. De hecho, si se alza con la victoria en la puja por los activos de Gas Natural, doblará sus planes actuales.
Las desinversiones que deberá poner en marcha Gas Natural traerán también consigo un tsunami eléctrico, ya que son varios los interesados en pujar por estos activos. ¿Los más deseados? Los puntos de suministro de gas, con sus correspondientes redes y clientes, una ventaja para GVM Energía, ya que estos activos quedan fuera de sus planes.
Concurso concurrido
En total, la gasista se tendrá que deshacer de 600.000 puntos de distribución, una pera en dulce para quienes quieran crecer en el sector. Concretamente, la portuguesa EDP no se ha andado por las ramas y ha sido la primera en mostrar oficialmente su disposición a participar en la puja. Sin embargo, quien articularía esta operación sería Naturgas, su filial de gas, que se sitúa ya como el segundo operador en puntos de distribución en España.
Otros operadores han mostrado su interés con mayor cautela y se limitan a asegurar que estudiarán sus opciones. Así, han pasado meses intentando forzar en la Comisión de Competencia el mayor número de desinversiones posibles para el nuevo gigante energético español. Es el caso de Iberdrola y Endesa, que se han mostrado muy beligerantes en sus alegaciones.
Como réplica, el organismo que preside Luis Berenguer se ha negado a imponer un comprador único para todos los activos que debe vender la gasista, rechaza también separar a Repsol y Gas Natural en los mercados de gas, por tratarse de una medida desproporcionada, y tampoco ha aceptado obligar a la gasista a realizar subastas de electricidad.
Endesa e Iberdrola, en principio, no deberían poder acceder a la compra de los 2.000 MW de ciclos combinados de gas que la empresa catalana tendrá que vender en Andalucía, Galicia, centro, Cataluña y Valencia, ya que la intención es reducir el poder de mercado de ambas. No parece lógico que Competencia pueda aprobar la compra de centrales por parte de estos dos gigantes y que Industria, a la vez, les esté forzando con las subastas de capacidad a vender energía.
Nuevos competidores
La propia Competencia ya asegura que estas ventas servirán para la entrada de nuevos competidores o el reforzamiento de los ya existentes, como pueden ser E.ON, EDP o Electrabel.
E.ON, por ejemplo, tiene plantas de crecimiento en gas en España, al igual que la portuguesa Galp, por ese motivo, la puesta a disposición de 600.000 pequeños clientes de gas, así como el mismo número de puntos de distribución, les pueden resultar muy interesantes.
En esta puja se encontrará previsiblemente con Galp -que quiere crecer en este negocio en España- y, quizás, con Sonatrach, que dispondrá de importantes cantidades de gas cuando se inaugure Medgaz el próximo verano. Gas Natural tiene de plazo hasta este miércoles para presentar a Competencia su plan de desinversiones.