
De testigo mudo de fiestas de Nochevieja, duros entrenamientos de patinaje sobre hielo y caídas de principiantes y visitantes ocasionales a morgue en tiempos en coronavirus. La pandemia, que asola Europa y que sólo el jueves dejó unos 950 muertos en España, ha llevado a la Comunidad de Madrid a buscar en el Palacio de Hielo de Majadahonda, conocido como La Nevera, más espacio para albergar a las víctimas mortales del Covid-19.
Así, la Comunidad que preside Isabel Ayuso ya trabaja con el Ayuntamiento majariego para abrir una tercera morgue provisional en el Palacio de Hielo. La idea es que la instalación, que cuenta con una superficie de 1.800 m2, empiece el domingo a acoger fallecidos por el coronavirus. La Unidad Militar de Emergencias (UME) se encargará de gestionar el recinto refrigerado y se está instalando un perímetro de seguridad de 2,5 metros.
"Al igual que las anteriores, se trata de una medida excepcional y temporal para facilitar el trabajo de los servicios funerarios y mitigar el dolor de los familiares de las víctimas", asegura el Ayuntamiento de Majadahonda en un comunicado.
"El espacio se va a adaptar a la función temporal para la que es necesaria", explican. Es decir, que los cuerpos en se ubicarán sobre "una superficie técnica de material sintético de unos 2-3 centímetros de espesor", que se instalará sobre la pista de hielo. Para la entrada y salida de los féretros se habilitará un acceso trasero del complejo.
Ante el rápido aumento de pérdidas humanas por el Covid-19, que están saturando los hospitales y las funerarias de Madrid, la Comunidad ya ordenó el pasado 23 de marzo habilitar el Palacio de Hielo de Hortaleza para almacenar cadáveres y desde el pasado lunes también se emplea para el mismo fin las instalaciones del Instituto de Medicina Legal de la Ciudad de la Justicia de Valdebebas.
El Palacio de Hielo, ubicado en el polígono de El Carralero, cerca del hospital Puerta de Hierro y el Equinoccio, permanece cerrado desde el pasado 13 de marzo cuando se decretó el cese de su actividad para evitar aglomeraciones de gente en espacios públicos ante la proliferación de los contagios.