Vanesa es programadora. Como más de 3 millones de profesionales en España, trabaja por cuenta propia. En el último vídeo de la iniciativa Nacidos para ser autónomos, impulsada por Orange para homenajear a este colectivo y poner el foco en las problemáticas más habituales a las que tienen que hacer frente estos trabajadores, explica que "Lo de: te pago más tarde pasa mucho".
Según la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos-ATA, uno de cada dos autónomos afirma tener problemas para cobrar sus facturas. Desde luego, un obstáculo que puede frenar la continuidad de los autónomos y, en última instancia, desembocar en el cierre definitivo de los negocios.
Concretamente, un 5,2% de los trabajadores por cuenta propia manifestaron darse de baja del RETA el año pasado por contar con muchas facturas impagadas, tal y como se extrae del último Estudio Nacional del Autónomo, elaborado por Infoautónomos y la Universidad de Granada.
"Lo que intento hacer es pedir un anticipo", explica Vanesa. Esta, sin duda, es una buen opción para mitigar un posible retraso en el pago posterior. No se debe olvidar que ese anticipo se debe facturar exactamente igual, con la inclusión del IVA e IRPF correspondiente. Se deberán hacer, por tanto, dos facturas diferentes; una con el anticipo y otra con el monto restante de los servicios prestados, aunque sea en trimestres diferentes. En la segunda factura, además, se deberá hacer mención al anticipo ya facturado con anterioridad.
Infoautónomos, por su parte, también con el objetivo de que el profesional por cuenta propia prevenga posibles impagos, aconseja contratar un informe de riesgo y solvencia con alguna de las muchas empresas del mercado que ofrecen este servicio.
De esta manera, el autónomo se puede asegurar de que su cliente no pertenece a los registros de morosos ni tiene causas pendientes con la Administración Pública o la Justicia. Sin duda, una información que permitirá a los profesionales embarcarse en los proyectos con más tranquilidad... Un informe de este tipo puede oscilar entre los 20 y 50 euros.
Por otra parte, y aunque no viene siendo muy habitual entre los profesionales por cuenta propia, es posible contratar un seguro de crédito, que cubren el riesgo de impago; un riesgo que pasa así a ser compartido. Este tipo de seguro puede incluir indemnizaciones así como orientación legal para el cobro definitivo.
También existen empresas especializadas en impagos, que presionan al deudor, y en última instancia, para el autónomo que sufra un incumplimiento exagerado de la Ley de Morosidad (dicha norma obliga a pagar en un plazo de 60 días) por parte de sus clientes es aconsejable tomar las medidas legales correspondientes. Demandar al cliente puede llevar a una demora todavía mayor del cobro de los servicios pero puede ser, ante situaciones graves, la única opción para percibir lo que al autónomo le corresponde. Paciencia y suerte...