
Saddle es un gran reto. Así define Haryán Rodríguez, CEO de Saddle y de iKasa, su primera experiencia en restauración. "La restauración tiene la fama de que te esclaviza, pero lo cierto es que cuando quieres un nivel de servicio y precisión tan altos en todo lo que desarrollas empresarialmente, cualquier negocio es muy intensivo en tiempo y esfuerzo. Pero hay una máxima: la sensación de satisfacer a un cliente, bien vendiéndole una vivienda, alquilándosela, o dándole la mejor experiencia gastronómica posible."
El pasado 28 de octubre, Madrid dio la bienvenida a Saddle, el proyecto gastronómico más esperado que está destinado a convertirse en un clásico contemporáneo de la restauración madrileña. De la mano de un grupo de accionistas, cien por cien españoles, entre los que destaca la promotora iKasa y Marcapital, Saddle reabre el espacio que ocupó Jockey, icono en la hostelería madrileña desde su fundación en 1945 por Clodoaldo Cortés y que cerró en 2012.
La carta, diseñada por el chef Adolfo Santos, cambiará en gran parte en cada estación
La compañía Construye Capital ha llevado a cabo la construcción del proyecto de total renovación de este espacio y Studio Gronda se han encargado del trabajo de interiorismo. El resultado es un amplio espacio con 1.600 metros cuadrados, dividido en diferentes ambientes, en los que el entorno cobra especial protagonismo a través de materiales nobles como las maderas, la seda o el bronce. La iluminación natural, gracias al lucernario que la preside, o los motivos vegetales, que destacan en el jardín interior, acompañan a la gran protagonista de la sala: la espectacular escultura vectorial que representa una nube en movimiento. En la planta superior, dedicada a los reservados, destaca el gran mural metálico tridimensional de más de diez metros de ancho que representa, con sus pliegues y reflejos dorados, la fluidez y sofisticación del champán. Por su parte, en el lobby bar, el mobiliario y los accesorios han sido diseñados hasta el último detalle para transmitir intimidad y confort.
Apuesta por la calidad
"Hemos apostado ahora por el lujo en restauración porque va en nuestra filosofía y ADN. Siempre nos ha gustado participar en aquellos proyectos que subían el nivel allí donde los proyectamos. No siempre hacemos promociones de lujo, sino que intentamos hacer la mejor promoción en el municipio donde aterrizamos. En las diferentes líneas de negocio que desarrollamos, hacemos lo mismo, y ésta no iba a ser una excepción. En Madrid hacía falta un restaurante como este, que rescatara los orígenes del mejor servicio, una cocina muy reconocible y de producto, y una ubicación excepcional", afirma Rodríguez.
iKasa lleva la promoción inmobiliaria en la sangre desde hace muchos años y para ellos construir es sinónimo de proyectar un negocio y llevarlo a cabo, y eso mismo es lo que intentan proyectar con este nuevo espacio. "En este proyecto no sólo estamos en la propiedad, sino también en la gestión, y han sido meses apasionantes en los que te das cuenta de que todos los negocios tienen su know how específico, donde se pueden hacer bien o mal las cosas, y a este nivel, o eres muy estricto y preciso en los procedimientos, o es imposible tener éxito continuado en el tiempo, que es nuestro perfil inversor", destaca Rodríguez.
La construcción de Saddle ha llevado largos meses de trabajo continuado. Para los que recuerden Jockey y vean el nuevo local, se darán cuenta de que no sólo no tiene nada que ver el interiorismo, sino también el espacio. Se ha ampliado el espacio considerablemente del restaurante, introduciendo lo que eran las antiguas cocheras a la sala principal. El concepto de los reservados en primera planta se mantiene, pero están totalmente renovados. "Saddle es una clara reminiscencia del pasado de Jockey, pues significa "silla de montar" en inglés. Hemos querido dejar varios detalles en el restaurante, como una añada exclusiva de Cune del año 1987 que se llama Jockey, pero buscamos claramente crear una identidad propia y muy marcada en la restauración de Madrid y de España", apunta Haryán Rodríguez.
Tradición, elegancia y temporalidad son los pilares que sostienen la propuesta gastronómica diseñada por el chef Adolfo Santos. La carta del restaurante ha sido diseñada para cambiar por completo en cada estación, adaptándose a los productos de temporada.