
Travis Kalanick, cofundador de Uber y consejero delegado de la compañía hasta 2017, cierra su etapa en el gigante que creó hace diez años. Kalanick ha vendido todas sus acciones de la empresa y dejará la junta de dirección con la idea de centrarse en su nuevo negocio y sus actividades filantrópicas, según él mismo ha detallado en un comunicado.
Así, este final de 2019 traerá para Kalanick su salida total de Uber y unos 2.700 millones de dólares por la venta de la participación accionarial que poseía.
Kalanick transformó a la compañía en el gigante del transporte que es hoy en día, pilotando su expansión internacional y su ramificación por todo Estados Unidos. Uber llegó a ser la startup más valiosa del país, con una valoración que llegó a alcanzar los 68.000 millones de dólares.
Sin embargo, en 2017 su trayectoria se vio truncada por distintos escándalos relacionados con los recursos humanos de la empresa y el uso de software para engañar a los reguladores. La pérdida de confianza de los inversores supuso, además, que su rival Lyft ganara posiciones en el mismo sector. Finalmente, Kalanick tuvo que dimitir como consejero delegado en junio de ese año, aunque mantuvo su cuota accionarial y su presencia en la junta de dirección.
Dara Khosrowshahi tomó el relevo al frente de la compañía, y ha agradecido a Kalanick su "visión y tenacidad".
Ahora, Kalanick podrá centrarse en su nueva startup, CloudKitchens, que ofrece cocinas totalmente equipadas a restaurantes que necesitan más espacio para cumplir con los pedidos de servicios de comida para llevar, como el propio UberEats. Para sacar adelante el nuevo proyecto, Kalanick ha aportado sus propios fondos así como recaudado 400 millones del fondo soberano de Arabia Saudí.