Empresas y finanzas

Evo y Targobank, las entidades que son completamente ineficientes

  • Su volumen de ingresos brutos no supera los costes que necesitan para operar
Un cartel de Evo Banco. Imagen: Carlos Pérez
Madridicon-related

Los organismos supervisores están presionando en los últimos meses al sector financiero para que rebajen los costes y mejoren su eficiencia con el objetivo de incrementar la rentabilidad. El ajuste de los gastos, de hecho, es una de las pocas palancas con las que cuentan las entidades para poder elevar sus resultados. De hecho, los reguladores consideran que se han realizado pocos esfuerzos en este sentido a que el ratio que mide los gastos sobre los ingresos ha empeorado desde 2015 y se sitúa muy por encima de los umbrales anteriores a la crisis.

Según los datos ofrecidos por la patronales en los estados individuales (que reflejan la actividad en nuestro país), dos bancos deberían adoptar medidas extraordinarias para reducir sus costes, ya que son completamente ineficientes. Se trata de Evo, filial de Bankinter tras su adquisición al fondo Apollo, y Targobank, firma con la que opera en España el grupo francés Crédit Mutuel a partir de parte de la actividad que adquirió al extinto Popular. Aunque otros bancos también están en una posición cercana: la franquicia del latinoamericano Pichincha, la del italiano Mediolanum o Openbank (del Santander).

Medidas extraordinarias

Algunos de ellos ya han tomado decisiones drásticas. Por ejemplo, Targobank va a cerrar el 33% de su red de oficinas y va a despedir al 25% de sus empleados. El plan de ajuste afectará a 180 de sus trabajadores y a 40 sucursales. Su ratio de eficiencia es del 104%, más del doble de lo que recomienda el mercado y los supervisores. El Banco de España, recientemente, ha instado a las entidades a situar este parámetro por debajo del 45%, en niveles precrisis para aumentar la rentabilidad a los umbrales cercanos al 10% que piden los inversores.

En la actualidad se sitúa en el 54%, debido en parte a las inversiones en tecnología y a las elevadas cantidades que han tenido que reservar para afrontar los expedientes de regulación de empleo (ERE) de algunas entidades. Con una bajada de estas características el sistema nacional ganaría unos 3.000 millones más.

La situación de Evo es distinta, ya que no es que sus gastos no es que superen sus ingresos, sino que el margen bruto lo tiene en negativo por pérdidas extraordinarias. El banco, propiedad de Bankinter, ha cerrado cuatro de las oficinas que aún tenía y ha puesto en marcha un plan de relanzamiento del negocio con nuevos productos.

La incorporación de Evo, esta primavera, ha empeorado los datos de Bankinter a nivel consolidado. Su eficiencia ha pasado al 47%. Sin embargo, por su operativa individual, presenta uno de los mejores cifras, del 43,2%, en las recomendaciones de los supervisores. De los medianos y grandes entidades es la mejor eficiencia de todo el sector, ya que sólo se encuentra en un situación más favorables las firmas de nicho Wizink -especializada en tarjetas- y Pueyo -centrado en Extremadura-.

El Banco de España insta al sector a rebajar sus costes para mejorar la rentabilidad

La filial del alemán Deutsche Bank también ha anunciado un ajuste de red de oficinas con el fin de recortar gastos. Y es que su eficiencia es otra de las menos favorables, de casi el 80%.

De entre los grandes es destacable los niveles de CaixaBank, del 75%, debido al impacto que está teniendo en sus cuentas las provisiones para costear el ERE puesto en marcha a principios de este año para incrementar su rentabilidad en los próximos años.

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