Empresas y finanzas

Las patronales aéreas se fusionan para ganar fuerza en plena guerra al CO2

  • ALA, que ha ido creciendo en socios, absorberá Aceta a lo largo de 2020
Javier Gándara, presidente de ALA y easyJet

La consolidación del sector aéreo llega a las patronales de las aerolíneas. La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) y la Asociación de Compañías Españolas de Transporte Aéreo (Aceta) se van a integrar en los primeros meses de 2020 para ganar músculo en un momento marcado por la guerra a las emisiones de CO2, la apuesta por las tasas medioambientales y la incertidumbre política y económica.

Tanto ALA como Aceta han convocado una asamblea general extraordinaria para el próximo 16 de diciembre con único punto del día: aprobar la integración y los cambios de estructura necesarios para que ésta se lleve a buen término.

Fuentes del sector aseguran que la operación tiene el respaldo de los socios de las dos patronales, por lo que no se espera ninguna sorpresa durante la votación. No en vano casi todos los socios de Aceta forman también parte de ALA, a la que se han ido sumando en los dos últimos años, tras la llegada de Javier Gándara, director general de easyJet para España, a la presidencia. Así, Aceta está formada por nueve aerolíneas con licencia de vuelo española (Iberia, Vueling, Evelop, Air Europa, Air Nostrum, Binter, Privilege, Canair e Iberia Express) y ALA por más de 70 de varias nacionalidades que operan en nuestro país. De las españolas, todas están en ALA menos Privilege y además cuenta con Volotea, que no es socia de la patronal presidida por Antonio Pimentel.

El objetivo es crear una única asociación de referencia y con mayor peso y recursos

Ahora queda por conocer cuál será la nueva estructura directiva de la asociación resultante, el esquema de cuotas, el nombre o la sede.

El objetivo de esta integración es crear una única asociación de referencia y con mayor peso y recursos para hacer a los "tiempos difíciles y convulsos" que atraviesa el sector aéreo. Y es que, más allá de los problemas que enfrenta el negocio, como la caída del retorno de la inversión (ROIC), la sobreoferta, el descenso de las tarifas y el enfriamiento de la demanda, el sector tiene que hacer frente al surgimiento de movimientos como Vergüenza de Volar y a las políticas de sostenibildad promovidas por los gobiernos y la UE, que han puesto a la aviación y el diésel en el punto de mira.

Así, la nueva asociación se centrará en negociar con el Gobierno que apoye activamente en Europa la creación del Cielo Único, en evitar que se aprueben más tasas a la aviación, en buscar apoyos para el desarrollo de nuevas tecnologías, en conseguir medidas que mejoren el tráfico para reducir los retrasos y, sobre todo, en negociar el nuevo DORA, documento en que se establecerán las nuevas tarifas aéreas para el período 2022 a 2026.

"Las aerolíneas ya estamos pagando impuestos medioambientales para compensar nuestra huella de carbono y no parece que se esté haciendo mucho desde los distintos gobiernos. Entre las ecotasas nacionales y los derechos de emisión (ETS) las aerolíneas europeas van a pagar 5.000 millones en 2019. Elevar la fiscalidad medioambiental no sirve", critican fuentes del sector consultadas por este diario. En este punto, señalan que sería más positivo que se pudieran destinar esos fondos a seguir invirtiendo en el desarrollo de aviones eléctricos e híbridos y en la potenciación de combustibles alternativos.

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