Las renovables se sienten preparadas para afrontar el reto de la descarbonización, aportando beneficios económicos y sociales en el proceso. Únicamente demandan cambios claves en la fiscalidad y despejar algunas incñognitas regulatorias.
La segunda parte de la Jornada Internacional Alianza por la descarbonización y la eficiencia energética, organizada por elEconomista en el marco de la Conferencia del Clima (COP 25) y patrocinada por Iberdrola, Contigo Energía y Schneider Electric, arrancó con una intervención de Raquel Espada, VP Energy and Sustainability Services de Schneider Electric.
Espada destacó quecomenzó indicando que estamos ante una emergencia climática: "siete de los 10 riesgos identificados por el World Economic Forum son riesgos climáticos". El reto es tremendo porque todo va muy rápido y la demanda energética puede crecer un 40% hasta 2040 así que "La respuesta a la emergencia climática es la descarbonización total, y todos tenemos que ser coherentes con nuestros hábitos. Consideró que la presión principal para las empresas "vendrá por el sector financiero: nadie quier invertir en empresas que no son sostenibles". Y recuerdó que un 84% de las empresas abraza la sostenibilidad por la demanda de sus clientes, un 80% por ahorro de costes, un 84% por gestión de riesgos a largo plazo y un 74% porque se lo piden los stakeholders.
Introdujo dos conceptos clave: "autoconsumo y flexibilidad". En la primera señaló que con la autogeneración, el coche eléctrico y las baterías, "vamos a tener microgrid", es decir, el conjunto de las tecnologías que permite a los consumidores ser prosumidores, consumidores activos: "le pediremos energía a nuestros vecinos", remachó. Sobre el segundo, valoró que la flexibilidad es necesaria para gestionar generación distribuida interconectada "que podrán ser optimizada gracias a las tecnologías". Luego consideró que para alcanzar, como se espera, un mínimo del 28% de generación descentralizada "hace falta regulación, señales de precio adecuadas y seguridad jurídica". Insistió en que "La sostenibilidad es rentable, hay que pensar a largo plazo, a 10, a 20 años; los que no tengan la sostenibilidiad en su estrategia no van a sobrevivir" y concluyó reclamando: "es tiempo de actuar ya".
Los muchos valores de las fuentes limpias
La segunda mesa de debate tuvo lugar con el lema 'El papel de las renovables en la descarbonización', en el que participaron José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), Luis Crespo, presidente de Protermosolar, Marina Serrano, presidenta de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aeléc), Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), y José María González Moya, director general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA-Renovables).
Todos los participantes estuvieron de acuerdo en que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la ruta del Gobierno para cumplir los objetivos ambientales de 2030. Lo consideraron "ambicioso", y factible, aunque señalaron que deben solucionarse algunos elementos, como el actual diseño del mercado eléctrico, pensado para tecnologías con costes variables, cuando las renovables no los tienen.
Igualmente les preocupa el modo en que se van a financiar los 55 GW de renovables previstos, desde el momento en que la financiación toma como referencia los precios de ese mercado que no está diseñado para tecnologías intermitentes sin costes variables. También echan en falta algunos elementos, como la hibridación de tecnologías en una misma central o una mayor definición de las medidas de ahorro y eficiencia energética. Y lo mismo sucede con la especulación actual con los puntos de conexión, reclamando medidas para acabar con ella, o con la lentitud de los procedimientos administrativos.
Donoso señaló que su sector "está preparado" para crecer, aunque le "plantee muchas dudas" el futuro diseño de las subastas, que en Portugal han arrojado precios de 14 y 15 euros por Mwh, y considera que deben dar señales para el almacenamiento. Avanzó que su entidad reclama que las autonomías autoricen instalaciones de mayor tamaño, "frente a los 50 MW actuales había que subir a los 250 MW" y señaló el rechazo que podría tener la población: "cuando empezamos a ver una planta y otra y otra, deja de ser tan bonito". Ante esto avanzó que deberían verse las plantas como reservas integrales de la naturaleza. En relación al autoconsumo, se sintió cómodo con el modelo actual, reclamando un menor peso de la parte fija del recibo.
Crespo puso en valor la capacidad de la tecnología termosolar para modular la producción: "los mercados eléctricos deben equilibrar la oferta y la demanda y la termosolar es la tecnología renovable más barata para responder a la intermitencia de la fotovoltaica y respaldar al sistema", Esto es una ventaja de España frente a otros países europeos, como Francia o Alemania, máxime cuando los precios de la generación han descendido hasta el entorno de los 65 euros por MWh -"y en algunos casos incluso por debajo de 50 euros por MWh"- en países con condiciones similares a las españolas. "En 2030 los precios de la termosolar van a ser más baratos que los del gas".
Serrano valoró la capacidad del PNIEC para dar señales válidas al mercado: "La UE dice que el Plan español es el más ambicioso y el mejor elaborado". Indicó que faltan elementos y herramientas concretas, como la Ley de Cambio Climático, pero anunciar cinco millones de vehículos eléctricos o una inversión de unos 40.000 millones en redes son señales muy claras. Puso en valor las redes españolas, e insistió en que las empresas están preparadas para la generación descentralizada, la penetración de las renovables y "el empoderamiento de los consumidores", con la red como una gran plataforma de integración. Pidió que se tuviera un buen diseño de peajes y potenciar la apuesta por la electrificación.
Virgilio ensalzó la creación de círculos virtuosos en las renovables, como ha sucedido con la eólica, que aporta numerosos beneficios económicos y sociales durante los últimos 20 años: "Si seguimos con círculos virtuosos, serán unos de los principales avances". Reclamó que se avanzara teniendo en cuenta todas las dimensiones del proceso, la macroeconómica, la industrial, la social, la I+D, porque "cualquier decisión en una de ellas tiene impacto en las otras". Apuntó que los principales retos son lograr la firmeza del sistema y la hibridación "que no es un fin; el fin es la firmeza y la aportación de gestionabilidad al sistema". Reclamó que no se tenga en cuenta sólo el valor del PIB, sino que se integren las emisiones de CO2 en ese cálculo.
Moya señaló que el nivel de electrificación del PNIEC "es muy poco ambicioso", ya que sólo plantea pasar del 22% al 28% de la demanda. Y recordó que las renovables "van a suministrar energía muy competitiva a la industria", aunque recordó que hay que solucionar elementos como la fiscalidad, o los mercados de CO2, para evitar que se importe energía nuclear desde Francia o producida con carbón desde Marruecos. Terminó aseverando que "El diseño de las tarifas es también un problema porque pueden penalizar los consumos energéticos de otros sectores en electricidad".
Solidaridad intergeneracional
Tras la última mesa de debate le llegaron el turno a las conclusiones, que corrieron a cargo de Jorge González, presidente de Contigo Energía. El dirigente puso sobre la mesa el concepto de solidaridad intergeneracional y llamó la atención sobre la importancia de no perder el tren de la lucha contra el cambio climático. "Las oportunidades que no se aprovechen hoy para no detener el cambio climático serán más difíciles mañana. Reivindico el concepto de solidaridad intergeneracional: el planeta de hoy no puede ser peor que el que vivan nuestros hijos y nietos", afirmó.
Además, González también resaltó que hay que dejar de refugiarse en excusas y mirar de frente al cambio climático. "Europa ha liderado todos los cambios de innovación tecnológica. Debemos liderar también la lucha contra el cambio climático. No me vale decir que no lo hacemos porque EEUU y China no lo hacen y entonces no sirve de nada.. Demostremos qué es lo que queremos los europeos", concluyó.