Empresas y finanzas

Meridiam, DIF, Mirova y EQT piden al Gobierno más proyectos para invertir

  • Ven oportunidades en nuevas infraestructuras ligadas a movilidad e innovación
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Los fondos de infraestructuras internacionales advierten de la carestía de proyectos en España en los que invertir y reclaman a las Administraciones Públicas un mayor diálogo para participar en el diseño de la estructura de la iniciativas. Los máximos responsables de varias de las firmas de inversión que más activas se han mostrado en los últimos años en el mercado nacional (Meridiam, DIF, EQT y Mirova) coinciden en que existe un elevado apetito por el mercado español y ratifican su compromiso de permanencia, pero alertan de que sus mandatos son globales, lo que implica que compita con el resto del mundo para atraer inversiones. En este sentido, demandan al Gobierno rentabilidades adecuadas, predictibilidad a largo plazo y seguridad jurídica. Lo hacen en un momento de absoluta parálisis en el desarrollo de nuevas concesiones.

Los dirigentes de los cuatro fondos, que participaron recientemente en la X edición del Congreso Anual Sobre Inversión y Financiación en de las Infraestructuras, patrocinado por Deloitte, admiten, asimismo, una ampliación de sus objetivos de inversión, con intereses en las nuevas oportunidades que traen consigo la movilidad y la transición energética, más allá de las infraestructuras tradicionales.

Sergio Rodríguez, director de Meridiam para España y Portugal, subraya que "hay muchísimo dinero disponible y ganas de invertir". El problema en España, a su juicio, es que "faltan proyectos". De hecho, añade, "a día de hoy falta una identificación de las necesidades de los proyectos que se quieren renovar". "Cualquier proyecto que sea realmente necesario es viable porque se podrá estructurar de una forma adecuada para poder implementarlo", apunta. A este respecto, aboga por un mayor diálogo. "A nivel estatal -explica- se habla con los industriales y creo que habría que hablar con todos los actores", de manera que "una vez que se definen qué proyectos son necesarios se escuche a los inversores extranjeros, a los bancos, a los inversores institucionales y a los constructores para que demos las buenas ideas de cómo estructurarlos".

Reclaman a las Administraciones una mayor estabilidad y más predictibilidad

Fernando Moreno, socio de DIF Capital Partners en España, defiende, en la misma línea, que "hay identificados bastantes proyectos y la necesidad de los mismos". Ahora bien, abunda en una cuestión capital para los inversores internacionales: la estabilidad política. "El sistema que tenemos, por el que los mandatos políticos duran cuatro años como máximo, afecta al inversor", explica. Por ello, considera que "como activos a largo plazo deberían planearse conjuntamente y tener una visión mucho más largoplacista". "Hoy un gobierno apoya un sector y cuando ya están los proyectos encima de la mesa ese gobierno se está yendo", lamenta. El responsable del fondo holandés se alinea así con las múltiples voces que reclaman la firma de un Pacto de Estado para las infraestructuras.

La evolución económica

Asís Echániz, managing director de EQT, también reclama a las autoridades españolas "predictibilidad y falta de arbitrariedad" en determinadas cuestiones para que los inversores sigan apostando por España. Asimismo, hace hincapié en que el hecho de que "España siga teniendo una situación económica positiva será influyente para que EQT siga canalizando capital en el país".

Alertan de que si no se generan nuevas oportunidades, los inversores mirarán a otros mercados

Los dirigentes de los fondos coinciden en que la falta de estabilidad política "puede impactar en las decisiones de inversión al poner en comparativa con otras geografías", afirma Echániz. Al fin y al cabo, en el caso de la firma sueca, "estamos invirtiendo un fondo de 9.000 millones de euros y es un mandato global", en el que "España y Portugal son geografías target, pero no son las únicas". "Cuando tenemos que proponer inversiones competimos con muchos otros países que también ofrecen oportunidades atractivas", abunda. En este sentido, Sergio Rodríguez incide en que los fondos "estamos compitiendo con otros mercados e invertir en España, en Portugal, en Francia o en Alemania, al final es una inversión, por lo que si tienes unas rentabilidades, un riesgo y una seguridad jurídica mejor en otro país que en España obviamente mirarás a otro lugar".

Ramón Parra, director de Inversión de Mirova (Natixis), tiene una "percepción del mercado español muy positiva" desde el punto de vista de riesgos o rentabilidad. "No hay nada que echemos de menos en comparación con otros países europeos", asegura. Para abordar la escasez de oportunidades, señala, "también deberíamos hacer un ejercicio por pensar cuáles son los futuros proyectos de inversión porque en el negocio de las infraestructuras, con los avances que hay, tenemos que entender que el proyecto clásico de concesión tiene que cambiar". "Tiene que haber nuevos proyectos enfocados a movilidad, a cambios energéticos...", remarca. Y, en este reto, los fondos "tenemos que hacer un esfuerzo e intentar desarrollar con la administración otro modelo", defiende.

Moreno admite que DIF "está cada vez más ampliando la definición de lo que es infraestructura". Señala, no obstante, que en España aún "hacen falta muchas infraestructuras tradicionales" y aborda, en este punto, las carencias que existen en el ámbito del agua, por las que Bruselas ya está imponiendo sanciones millonarias. No obstante, "poco a poco estamos ampliando nuestra visión y viendo diferentes tipos de activos", apostilla.

Parra defiende que los fondos "tenemos que pensar el tipo de proyecto, en el modelo concesional, cuál va a ser en el medio y largo para no seguir insistiendo en construir infraestructuras tradicionales si a nivel político no ven la necesidad". Menciona áreas vinculadas a la fibra de datos, la electricidad o la energía para "darles una vuelta e intentar desarrollar más ese mercado porque a lo mejor el otro ya no da para más en España".

La generación de nuevos proyectos, ya sean los tradicionales o más innovadores, se presenta como el gran reto para que los fondos internacionales sigan apostando por el mercado español. "En 2010 prácticamente no había ningún inversor extranjero en España", recuerda Rodríguez, que alerta de que "si vamos a ir a una situación en la que no hay proyectos posiblemente muchos de los inversores, no quiero decir todos, pero la gran mayoría, puede salir por esta carestía". A pesar de esta advertencia, los responsables de los cuatro fondos aseguran su permanencia en España.

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