Los resultados de la farmacéutica Almirall en el tercer trimestre confirmaron ayer que la compañía catalana mantiene el buen rumbo y sus previsiones para 2019 serán mejores de las esperadas a principios de año. La mejor noticia de los últimos resultados ha venido por el ebitda. El laboratorio de la familia Gallardo ha disparado hasta un 58 por ciento el beneficio bruto de explotación hasta el mes de septiembre, respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzando los 236 millones de euros.
Igualmente, las ventas netas de Almirall se situaron en 637,7 millones hasta septiembre, un 17,8 por ciento más que hace un año (16,5 por ciento en moneda constante), impulsadas por la franquicia de sus medicamentos contra la psoriasis en Europa y el buen rendimiento de su fármaco Seysara en EEUU, el medicamento contra el acné que compró a Allergan hace un año. Los ingresos totales de la compañía también avanzaron un 17 por ciento en los nueve primeros meses (15,4 por ciento en moneda constante), hasta sumar 683,2 millones de euros.
Con estas cifras, la farmacéutica obtuvo finalmente un resultado neto de 97,3 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 4,4 por ciento más que en el mismo período del año pasado, mientras que el beneficio neto normalizado del grupo se situó en 112 millones de euros, con un crecimiento del 35 por ciento a divisa constante.
Confirma previsiones
Tras estos resultados, Almirall ha confirmado las previsiones para este año que anunció el pasado mes de julio: lograr un ebitda de entre 300 millones y 310 millones de euros y un crecimiento de los ingresos totales y las ventas de doble dígito a final de año.
El flujo de caja de Almirall se situó en 149 millones de euros a cierre de septiembre, mientras que la deuda financiera de la farmacéutica se redujo hasta los 548,4 millones. Por su parte, el patrimonio neto del grupo farmacéutico catalán equivale al 51,2 por ciento de los activos de la compañía.
