
Repsol va a reducir el número de países en los que tiene presencia, y, a la vez, va a acelerar la compra de activos de exploración y producción, "primando el valor sobre el volumen", en palabras de su consejero delegado, Josu Jon Imaz.
Según ha explicado Imaz a los analistas durante la presentación de resultados del tercer trimestre, "estamos en demasiados países", razón por la que "vamos a ser más activos en la gestión de la cartera de activos de exploración y producción", explicitando que eso incluye "inversiones y desinversiones".
El ejecutivo considera que la petrolera está en demasiados países -más de 35 en la actualidad- y quiere abandonar aquellos que le resulten menos rentables. Durante el último año ya se ha desprendido de los activos que tenía en Angola, Rumanía y el Kurdistán iraquí y tiene intención de seguir en la misma línea.
Imaz no ha querido dar nombres, pero ha insistido en que potenciará su presencia en aquellos Estados en los que converjan tres elementos: que la compañía tenga buena posición y ventajas competitivas, que tenga sinergias con los activos actuales y donde se genere flujo caja positivo "a corto plazo, en dos, tres o cuatro años".
Siguiendo su filosofía de primar el valor de los activos sobre el volumen, ha señalado que tendrá una "aproximación dinámica" a esta estrategia, y que se irá adoptando "con flexibilidad".
Reducción de inversión
Imaz no ha anunciado el volumen de capital que puede destinar u obtener de esta estrategia, pero ha apuntado que, frente a la expectativa de invertir unos 15.000 millones de euros entre 2018 y 2020, ahora espera que el período concluya con una inversión menor, de 12.500 a 13.500 millones.
La razón de este descenso está en el menor desembolso de capital en exploración y producción, y, sobre todo, en el desarrollo de los activos bajos en carbono, porque varios de los proyectos de su cartera se ejecutarán después de ese plazo temporal.