
El precio de la vivienda subirá este año de media en España entre el 3,5 % y el 5 %, según las estimaciones de la Asociación de Promotores de España (APCEspaña), que cree que el ciclo alcista se mantendrá, al menos, hasta 2022.
Aunque se trata de algo positivo para el sector, "ya que hemos entrado en una senda de normalización y las subidas han dejado de ser de doble dígito", apunta Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de la asociación, este encarecimiento de los precios seguirá complicando aún más la situación para ciertos colectivos, como el de los jóvenes, que no tienen capacidad para acceder al mercado de la vivienda.
Según el directivo, este se ha convertido en un "problema estructural" y por ello, desde la asociación, demandan incentivos fiscales para la compra de viviendas y una mayor implicación por parte de la Administración para alcanzar acuerdos de colaboración público privada que permitan la construcción de pisos a un precio más asequible.
En este sentido, el presidente de APCEspaña recordó que "los principales tenedores de suelo son las distintas administraciones, pero a la hora de elaborar una fórmula, primero deben escuchar al sector". Así, apunta que "necesitamos seguridad jurídica y un margen adecuado y justo que puede moverse entre el 3,5% y el 6%".
Demanda residencial
Según las estimaciones de APCEspaña, en nuestro país "hacen falta 120.000 viviendas nuevas al año hasta 2030 para cubrir la demanda residencial", explica Gómez-Pintado, que hace referencia a las cifras que maneja el INE, que estima que hasta ese año se van a crear cerca de 1,8 millones de hogares. "Esta nueva demanda procederá principalmente del aumento de la inmigración y de la emancipación de los jóvenes", destaca Gómez-Pintado.
El presidente de APCEspaña asegura que este año se alcanzarán los 115.000 visados de obra nueva, lo que supondría un hito para el sector promotor tras la crisis, y un aumento del 14,16% respecto a los 100.733 que se dieron el año pasado. Tanto las cifras que se manejan para este ejercicio, como las que se ven necesarias para los próximos 11 años distan mucho de las que se dieron durante los años del boom, en los que se llegaron a alcanzar producciones de 868.000 viviendas, como fue el caso de 2016.
Según Gómez-Pintado, ahora el sector "se mueve en un camino de normalización". Así, el experto considera que la caída en las ventas que se ha registrado en los últimos meses se debe a la aplicación de la nueva Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario, que "ha provocado que las operaciones se retrasen tres meses en la notaría. Vamos a ver si el sector es capaz de recuperar ese decalaje para registrar todas las transacciones antes de que acabe el año". En este sentido, el directivo se mostró crítico con algunas de las novedades.
"Es un sistema que pensamos que es muy mejorable. Parece una ley más pensada para un cliente que vende su vivienda, pero no pensada para la entrega de grandes promociones, ya que cuando un banco tiene que subrogar muchas unidades se genera cuello de botella". Así, el directivo cree que "no es necesario esperar a que la licencia de primera ocupación esté concedida para empezar la tramitación. Debería bastar con el certificado final de obra".
Lo mismo sucede con la nueva ley del alquiler, que "está más pensada hacia el pequeño propietario una vez más y no para grande patrimonialistas. Si queremos que el sector se profesionalice no deben hacerse diferencias entre privados y el mundo empresarial. No entiendo por qué un particular puede acudir al desahucio exprés y las empresas no".