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España movilizará 236.000 millones por el calentamiento global

El presidente en funciones, Pedro Sánchez, en Nueva York (EEUU) este lunes con motivo de la Cumbre de Acción Climática de la ONU. Autor: EFE.
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España se incluyó ayer entre los casi 70 países comprometidos a revisar sus planes de recorte de emisiones de gases de efecto invernadero para poder cumplir con los objetivos del Acuerdo de París como parte de la Cumbre de Acción Climática organizada por Naciones Unidas. El objetivo es que el incremento de la temperatura quede por debajo de los 2 grados respecto a los niveles preindustriales, aunque la meta ideal estaría por debajo de los 1,5 grados.

Unos logros que se postulan complicados, sobre todo si tenemos en cuenta que países como China, EEUU e India no avalan estos compromisos. La Administración de Donald Trump no participó en el encuentro del lunes mientras que Nueva Delhi y Pekín sí lo hicieron, pero no se incluyeron en la lista de países que se han comprometido ya a aumentar sus esfuerzos.

"La emergencia climática es una carrera que estamos perdiendo"

"Nos estamos quedando sin tiempo, pero aún no es demasiado tarde", señaló el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. "La emergencia climática es una carrera que estamos perdiendo, pero puede ganarse siempre y cuando las soluciones vengan de nosotros", dijo dirigiéndose a decenas de líderes internacionales.

Compromisos "muy flojos"

Por su parte, el Papa Francisco afirmó que los compromisos globales para hacer frente a la crisis climática "todavía son muy flojos" y cuestionó que haya una "verdadera voluntad política" para responder a esa emergencia, que a su juicio hay que atajar con "honestidad, responsabilidad y valentía".

Antes, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, presentó lo que calificó como "Green New Deal" patrio para alcanzar la neutralidad en carbono en 2050.

"Queremos llegar a 2030 con una remisión de emisiones en el conjunto de nuestra economía de alrededor de un 20% respecto a los niveles de 1990", aseguró Sánchez en la inauguración de la Climate Week que arrancó ayer en la Gran Manzana.

Para ello está prevista la movilización de 236.000 millones de euros y la creación de 250.000 y 364.000 empleos asociados a la transición ecológica, entre 2021 y 2030. Este plan se enmarca dentro del Marco Estratégico de Energía y Clima cuya pieza fundamental es el Plan Nacional de Energía y Clima.

Sánchez también anunció que España, a título nacional, contribuirá con 150 millones al Fondo Verde del Clima en cuatro años. Además, ratificará la enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal y aportará 2 millones de euros al Fondo de Adaptación en el marco de la Convención del Clima.

"Usar la tecnología"

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, destacó en su intervención cómo los representantes de los países industrializados tienen "el deber de utilizar la innovación, la tecnología y el dinero para allanar el camino para detener el calentamiento global". Alemania cerró la semana pasada su nuevo plan climático que tiene por meta reducir las emisiones alemanas en un 55% en 2030 y llegar a la neutralización dos décadas más tarde, como el caso español y en línea con lo que propone la ONU.

El presidente francés, Emmanuel Macron, avaló estos objetivos y también abogó por vincular las relaciones comerciales internacionales de la Unión Europea al cumplimiento del Acuerdo de París. El mandatario galo, junto a otros líderes como el colombiano, Iván Duque, y el chileno, Sebastián Piñera, presentó el lunes una gran alianza para proteger la Amazonía y otros bosques tropicales, que tuvo la gran ausencia de Brasil.

De momento, Europa en su conjunto no ha logrado presentar un compromiso unido. No obstante se prevé que se llegue a reducir hasta un 55% sus emisiones en 2030, un incremento de 15 puntos más respecto al compromiso dentro del Acuerdo de París de 2015. Es importante recordar cómo la UE, China, EEUU e India son los responsables de casi el 60% de todas las emisiones del planeta.

Trump se queda mirando

La Cumbre se ha perfilado como un eje central del calendario de la ONU este año antes del inicio hoy de la Asamblea General. Pese a no acudir formalmente, Trump observó durante un cuarto de hora lo allí acontecido. A su salida se limitó a decir que cree "firmemente en el aire limpio y el agua limpia, y todos los países deberían unirse y hacer eso, y deberían hacerlo por sí mismos. Muy, muy importante".

Dicho esto, el inquilino de la Casa Blanca optó por dirigir su atención a otro asunto alejado de los compromisos climáticos como la persecución religiosa. Trump determinó ayer que era un "deber moral urgente" para los líderes mundiales detener los crímenes contra la fe, liberar a los presos encarcelados por su religión y derogar las leyes que restringen la libertad religiosa.

"Aproximadamente el 80% de la población mundial vive en países donde la libertad religiosa está amenazada, restringida o incluso prohibida", señaló durante un evento que coincidió con parte de la Cumbre.

Reuniones bilaterales

Más allá del medioambiental y la libertad religiosa, los mandatarios aprovecharon la jornada para mantener las primeras bilaterales antes de la apertura hoy de la Asamblea General de. La ONU. En el caso del presidente de EEUU, Trump se reunió con sus homólogos de Paquistán, Polonia, Nueva Zelanda, Singapur, Egipto y Corea del Sur.

Sánchez se reunió con su homólogo costarricense Carlos Alvarado Quesada, con el que han intercambió puntos de vista sobre la situación política y económica en sus respectivos países y cómo fortalecer las relaciones bilaterales. Ambos mostraron sintonía en temas internacionales y hablaron de las crisis en Venezuela y Nicaragua y de cómo avanzar en su resolución.

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