
Varias constructoras españolas han chocado con el Gobierno de Rumanía, con su ministro de Transportes, Alexandru-Razvan Cuc, a la cabeza, por la rescisión de contratos que ejecutan en el país de manera unilateral. Comsa Corporación, Aldesa, Copisa y Azvi figuran entre las empresas afectadas por las medidas adoptadas en los últimos meses por el Ejecutivo rumano, que también ha vertido duras críticas sobre otras firmas con presencia en el país como FCC.
El último episodio implica a Comsa y Aldesa. Ambas compañías se adjudicaron en 2013, a través de un consorcio en el que tienen el 30% cada una, el contrato para construir un tramo de autopista entre Cosevita e Ilia, cerca de la ciudad de Timisoara, con un valor de 129 millones de euros.
Cuando la obra está prácticamente terminada –el grado de avance supera el 99%–, la Compañía Nacional de Gestión de Infraestructura (CNAIR), organismo dependiente del Ministerio de Transportes, ha decidido la rescisión unilateral al considerar que existen defectos en la ejecución de las obras, extremo que rechazan los grupos españoles. Fuentes conocedoras del proceso explican que "los defectos son tan insignificantes que no afectan ni al tráfico ni a la seguridad". Además, exponen que con la rescisión del contrato "el cliente ha perdido la garantía".
Comsa y Aldesa han recurrido por ahora a la vía diplomática para tratar de reconducir la situación
Comsa y Aldesa han recurrido por ahora a la vía diplomática –a través de la Embajada española en Rumanía y del Ministerio de Asuntos Exteriores español– para tratar de reconducir la situación. También analizan elevar el asunto a la Comisión Europea, toda vez que se trata de un proyecto que ha contado para su financiación con fondos europeos.
Las constructoras españolas ya han cobrado buena parte de los trabajos realizados, pero la Administración aún les adeuda certificaciones significativas. El proyecto ha consistido en la ejecución de un tramo de 21,14 kilómetros, con dos carriles por sentido y uno de emergencia. Las obras debían estar finalizadas en 2016, pero diferentes imprevistos, incluido una revisión sobre el impacto ambiental de la carretera, han dilatado el plazo.
Copisa, Azvi, FCC...
Meses atrás, Razvan Cuc, en el cargo desde febrero, ordenó la rescisión del contrato para ejecutar la variante de Miahilesti a Copisa. El controvertido ministro llegó a romper el contrato delante de un grupo de periodistas. De igual modo, la andaluza Azvi, en alianza con Straco, también ha sido objetivo de Razvan Cuc por la construcción de una carretera entre Brasov y Pitesti. A FCC, por su parte, le afeó en público el atraso en el pago a subcontratas en sus obras.