
* Este texto es un extracto del capítulo 5 del libro 'El caso Neymar' (Córner. Roca Editorial), escrito por África Semprún, periodista de elEconomista. El libro contiene más detalles y documentos inéditos (contratos, tablas de pagos, declaraciones de los protagonistas) sobre cómo una operación de 40 millones de euros acabó pasando una factura de 163 millones al club blaugrana y llevando ante el juez a Sandro Rosell, al presidente del Santos, Oliveira Rodrigues, a Neymar y su padre y al Barça, entre otros. El juicio oral está pendiente de fecha.
El Real Madrid marcó 148 goles en todas las competiciones durante la temporada 2010-2011, la primera con José Mourinho como entrenador. Pese a que Cristiano Ronaldo fue el pichichi de la Primera División con 40 goles en 37 partidos, el equipo terminó el curso con un solo título: la Copa del Rey. No fue un mal año, pero Mourinho ansiaba ganar la Champions y Florentino Pérez sumar una Liga más a su palmarés por lo que, mucho antes de terminar la temporada, la dirección deportiva ya estaba fichando futbolistas. Pese a los refuerzos, entre los que se encontraba Coentrao, Mourinho seguía buscando un golpe de efecto por lo que a finales de julio de 2011 el Real Madrid envió al Santos dos ofertas formales para el traspaso inmediato de Neymar Júnior, que ya era una leyenda en ciernes, por 45 millones de euros.
El Real Madrid no fue el único equipo europeo que en 2011 se puso en contacto con el Santos para hacerse con los servicios del jugador brasileño. También tocaron la puerta del club los grandes de la Premier League y de la Bundesliga. Incluso el Barça hizo una oferta formal por el jugador y llegó a un acuerdo con el presidente del club brasileño, Luis Álvaro de Oliveira, para incorporarlo a su vestuario en 2013. Según relata André Cury, asesor y representante del equipo blaugrana en Sudamérica, en septiembre de 2011 el club envió a las oficinas del equipo Peixe un primer fax con una propuesta para pagar los 45 millones de euros de la cláusula de rescisión del contrato de Neymar. Sin embargo, el primer contacto entre el Barça y el Santos tuvo lugar en junio. Ese verano el equipo de la Ciudad Condal acababa de ganar la Champions, la Liga y la Supercopa. Tenía una plantilla sólida por lo que la prioridad de Pep Guardiola, entrenador del equipo, no era reforzar el vestuario con una joven estrella brasileña. La prioridad era planear la alineación del día de mañana. Y en esta estrategia se enmarcó la pugna por el jugador. "El Barcelona quería contratar a Neymar pero no lo quería incorporar a la plantilla hasta julio de 2013. Aun así, se decidió cerrar su fichaje dos años antes porque si el club no se adelantaba, otro equipo se haría con sus servicios", relata Cury.
El fax enviado por la dirección del Barça fue solo el comienzo de las negociaciones. En verano de 2011 Neymar tenía contrato con el Santos hasta agosto de 2015 y muchos pretendientes por lo que, al poco de recibir la oferta formal de 45 millones, Oliveira llamó a Cury para explicarle que la cláusula de rescisión solo era una cifra orientativa. Si querían hacerse con los derechos deportivos, debían subir la oferta. Había mucho trabajo por hacer tanto en las negociaciones con el padre del jugador, como con el club. Así Raúl Sanllehí, el director económico del área de fútbol del Barça en esa época, y Cury celebraron varias reuniones con la junta directiva del equipo brasileño y en el último encuentro, que duró más de cinco horas, llegaron a una cifra y una fecha: 55 millones y julio de 2013. "Oliveira apretó mi mano, me enseñó un contrato y me dijo que me llamaría entre las siete y ocho de la tarde para darme la última confirmación. Y eso hizo, a las ocho me llamó y me dijo: el jugador es vuestro", explica el intermediario del club blaugrana.
Cambio de estrategia
Todo estaba cerrado y el asesor solo estaba pendiente de recibir el lunes el acuerdo definitivo para firmarlo, pero el documento nunca llegó. Todo cambió en 24 horas. Durante el fin de semana Oliveira volvió a llamar a Cury para pedirle que mejorara la oferta. El Real Madrid se había puesto en contacto con la dirección del club blanquinegro para ofrecer 60 millones por Neymar, por lo que si querían hacerse con los servicios del jugador debían pagar más. El Barça se negó a subir la puja y no volvieron a saber nada ni del club ni de la familia de Neymar durante unos 30 días.
Tanto para Cury como para Sanllehí, las semanas que el Barça estuvo desaparecido fueron fundamentales para dar alas a la oferta del Real Madrid. En esos momentos de cruce de informaciones y silencio por parte de Oliveria, Cury llamó al director de fútbol del club blaugrana para advertirle de que estaban cerca de "perder al jugador" por lo que había llegado el momento de explorar otras alternativas, que incluían negociar únicamente con el padre de la estrella.
"Rosell le recordó que éramos el único equipo que no tenía prisa por incorporar al futbolista, un punto que a él le interesaba bastante"
"André nos advirtió de que el Real Madrid estaba muy adelantado en la contratación del jugador. Yo estaba muy sorprendido porque me constaba su preferencia por el Barcelona. Entonces, como nosotros queríamos a este jugador, se produjo una reunión, que yo creo que fue bastante importante, entre el presidente Sandro Rosell y el padre del jugador", explicó Sanllehí ante el fiscal Josep Perals y el juez De la Mata durante la instrucción del caso por estafa.
"¿Sabe dónde se produjo esa reunión?", repreguntó el representante del ministerio público. "Sí, fue en Miami en octubre. Pero por coincidencia, no quedaron ahí. Coincidió que el padre de Neymar estaba en Miami y Sandro también. En la reunión, Sandro le explicó por qué había pasado todo y le recordó que teníamos mucho interés en el jugador aunque estábamos molestos con la actitud del Santos. Así, le recordó que éramos el único equipo que no tenía prisa por incorporar al futbolista, un punto que a él le interesaba bastante (…)", contexto el directivo del club.
Tras el encuentro en Miami, el padre de Neymar volvió a Brasil con la idea de romper las negociaciones con el Real Madrid y quedarse en el Santos unos años más.
Buscando la comisión
Siempre según la versión de los representantes del Barça, parece que Pai (apodo con el que se conoce al padre del astro) había encontrado la fórmula para quedarse en Brasil unos años más, asegurar el desembarco de su hijo en un gran club europeo con todos los honores y, lo más importante, cobrar una comisión millonaria.
-Sanllehí: El padre dijo: "Óyeme, si yo me quedo hasta el 2014, si yo renuevo pero quedo libre en el 2014, ¿me aceptarías como free agent y, obviamente, me pagarías a mí una cantidad por convencer a mi hijo, de que vaya al Barcelona?"
-Fiscal: "Es decir, los 45 millones que eran para el Santos…"
-Sanllehí: "Se convirtieron al final en 40".
El ya expresidente del Barça Sandro Rosell, que participó activamente en las negociaciones desde España, también relata que fue Pai el que le propuso "comprar los derechos de transfer del jugador" cuando quedara liberado: "El padre me comentó que en 2014 quedaría libre y que entonces él sería el propietario del transfer y que lo que quería por ese transfer eran 45 millones, que es lo que nosotros habíamos ofrecido anteriormente al Santos. Yo le dije que no, que no podían ser 45 (…) y entonces le dije 'mira, si tú en 2014 eres el propietario del transfer nosotros te pagaremos 40'".
40 millones más
El acuerdo alcanzado entre el Fútbol Club Barcelona y los dos Neymar a finales de 2011 contemplaba el pago de 40 millones de euros netos en tres años, de los cuales 10 millones se percibirían en diciembre de 2011 bajo la apariencia de un préstamo. A cambio, Neymar Júnior y la empresa N&N se comprometieron a rechazar las ofertas de traspaso de otros clubes y se obligaron a firmar un contrato laboral con la formación blaugrana "no más tarde del 31 de agosto de 2014" en los precisos y exactos términos incluidos en el contrato de trabajo y en el de imagen que se pactaron paralelamente y que, entre otras cosas, garantizaban al jugador un sueldo mínimo en cinco años de 36,13 millones de euros.
El acuerdo de 15 de noviembre de 2011 por el que Neymar padre e hijo vendieron en diferido los derechos federativos del jugador pese a no ser de su propiedad (el 40 por ciento eran del fondo DIS, el 5 por ciento de Teisa y el resto del Santos) incluía una cláusula de confidencialidad exigida por el padre de la estrella y el astro para ocultar la operación a los dueños de los derechos y a parte de la cúpula del Barça.
Pese al pacto, todo cambió rápidamente y al final el club blaugrana se vio obligado a adelantar el fichaje del jugador una temporada, a subir su salario mínimo anual para compensar las ofertas de otros clubes, a pagar comisiones millonarias al padre y, sobre todo, a negociar con el Santos la compra de los derechos federativos de Neymar, un acuerdo que incluyó la firma de varios contratos complementarios que ocultaban el monto final del traspaso, como derechos sobre jugadores de los que nunca se supo nada o un partido amistoso que no se celebró. Así, en multas de Hacienda por no pagar los impuestos de los 40 millones, acuerdos con el Santos de más de 31 millones, comisiones al padre, salarios, derechos de imagen, primas de fichaje y variables, el Barça vio comprometidos hasta 163 millones de euros para conseguir que el jugador brasileño vistiera la elástica blaugrana en la temporada 2013-2014.
"Vimos claros signos de que podíamos perder al jugador por otro equipo. Había ofertas muy altas y tuvimos miedo de perderlo. Me consta que (Neymar Senior) nos exprimió hasta donde pudo y un poquito más, pero su prioridad era que su hijo quería jugar en el Barcelona", describe Sanllehí al juez De la Mata durante la instrucción.